Aumenta el interés por practicar paracaidismo
Federación de la disciplina reconoce un alza, especialmente en los últimos cinco años.
"Me da terror el agua, pero el aire me apasiona, me volvería a tirar de todas maneras", dice Patricia Herrera, contadora, quien a sus 40 años decidió cumplir el sueño de su vida: lanzarse en paracaídas. Confiesa que durante su primer salto, en abril de este año, no sintió miedo, sólo ansiedad al despegar desde el aeródromo de Curacaví, ubicado a 60 kilómetros al oeste de Santiago.
Patricia saltó acompañada de un instructor, modalidad conocida como tándem (ver infografía), la más frecuente entre quienes se inician en este deporte que cada vez cautiva a más chilenos, como afirman desde la Federación Chilena de Paracaidismo. "En los últimos cinco años la disciplina ha tenido un crecimiento muy importante gracias al perfeccionamiento que han logrado los instructores, a través de cursos y seminarios que han tomado en el extranjero", explica el secretario general del organismo e instructor, Iván Ríos.
En el país existen entre 350 y 400 paracaidistas deportivos activos y más de 15 clubes y escuelas que fomentan la actividad, como Paracaidismo Chile. Uno de sus directores, Marco Cordovez, afirma que este año se ha triplicado el interés por lanzarse desde un avión, fenómeno que atribuye, en parte, a la influencia de las redes sociales. "En un buen fin de semana estamos recibiendo 16 alumnos por día para realizar saltos tándem, el año pasado sólo teníamos unos cinco o seis. Creo que el paracaidismo se ha masificado, la gente lo ve más en Facebook, en videos de YouTube y en las noticias".
VALORES
Vivir la experiencia adrenalínica de Patricia cuesta, en promedio, 180 mil pesos y dura poco más de media hora, desde el despegue hasta el aterrizaje. Este precio, en general, incluye imágenes y un video del salto. Y si después desea transformarse en un paracaidista profesional, puede optar por un curso, cuyos valores van entre los $300 mil y 800 mil pesos, los que contemplan equipos y vuelos.
Marcelo González, instructor de Tándem Viña, escuela que ofrece aterrizar en playa Los Marineros, explica que la mayor demanda la tienen entre marzo y septiembre, pero la temporada otoño-invierno no es un obstáculo para seguir practicando el deporte. "A nosotros nos llegan muchos interesados cada fin de semana, principalmente porque se corre la voz, no invertimos mucho en publicidad y eso revela el interés de la gente por conocer esta disciplina", dice el profesional.
Para sentir la sensación de ir a 200 kilómetros por hora antes de abrir el paracaídas, hay requisitos de seguridad, como tener 18 años, no sufrir enfermedades cardíacas, pesar entre 30 y 100 kilos, y medir menos de dos metros.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.