Autor del Secreto de tus ojos habla de la muerte del fiscal Nisman

Para el autor del libro que inspiró la película El secreto de sus ojos, "una de espías a veces termina bien". El escritor dice que la muerte del fiscal es un elemento más que "embarra la cancha" y hace más difícil, conocer la verdad.




El escritor argentino Eduardo Sacheri (Castelar, 1967) lamenta la incapacidad de su país para "hacernos justicia", más de 20 años después del atentado contra la mutual Amia, que dejó 85 muertos, y que vuelve a enredarse con la muerte del fiscal Alberto Nisman, que investigaba el caso. "Da toda la impresión de que jamás vamos a individualizar un culpable y coincidir socialmente en que 'el atentado vino por este lado", sostiene.

Para el autor de La pregunta de sus ojos (2005) que inspiró la película El secreto de sus ojos (ganadora del Oscar a la mejor película extranjera en 2010, en cuyo guión participó) y La vida que pensamos (2013) el caso de Nisman vuelve a evidenciar la dinámica en la que viven los argentinos, la de "la sospecha y en la atribución de conductas mafiosas a nuestros rivales".

¿Qué sintió cuando se enteró de la muerte del fiscal Nisman?

Una enorme sorpresa que me parece fue compartida por todos los argentinos y una gran decepción, a reglón seguido. Eso porque, en buena medida, el atentado de la Amia es el paradigma de la Argentina irresuelta, no sólo por lo trágico del atentado, sino porque es un símbolo de nuestra incapacidad para hacernos justicia, para verdaderamente cerrar con justicia heridas y problemas del pasado. Entonces la muerte de Nisman es un elemento más que, como decimos en Argentina, embarra la cancha, en el sentido de volver todavía más lejano, más difícil, conocer la verdad.

¿Ve la muerte de Nisman como un deja vu en la historia reciente argentina?

Lamentablemente vivimos en la dinámica de la sospecha y en la atribución de conductas mafiosas a nuestros rivales, entre los bandos, en las facciones en las que está dividida la vida política del país. Pero esa es la suposición básica. O sea, que ninguno de nuestros rivales hace nada honesto, ni siquiera nada de sentido común. La lógica que se aplica es decir: "Nuestros rivales son mafiosos, irredentos y permanentes". Entonces a las horas de muerto Nisman, los opositores sospechan una maniobra gubernamental y el bloque oficialista de la Cámara de Diputados habla de una maniobra de ciertos grupos mediáticos y de inteligencia que estarían detrás de la muerte de Nismam. O sea, por un lado no hay un lugar para ninguna otra explicación que no sea de corte mafioso, pero al mismo tiempo siempre nos quedamos empantanados en esa explicación mafiosa, porque de ese pantano nunca surge un nombre y una condena. Por eso yo digo que la Amia es el paradigma de eso. La mayoría de los argentinos tenemos fortísimas sospechas del vínculo de Irán con el atentado, pero da toda la impresión de que jamás vamos a individualizar un culpable y coincidir socialmente en que "el atentado vino por este lado".

¿El caso Amia pareciera ser de esos donde nunca se ve la luz al final del túnel?

Lamentablemente, ya han transcurrido 20 años. Porque aparte hay una cuestión muy nuestra, muy argentina que es esto de no discriminar, en el buen sentido, asuntos e intereses de Estado, y cuando digo de Estado me refiero a colectivos, de conveniencias partidarias. Entonces terminamos subordinando todas nuestras cuestiones a la conveniencia coyuntural partidaria del momento. En lugar que todos los argentinos digamos "clarificar el atentado a la Amia es un objetivo común, y por lo tanto no nos vamos a poner palos en la rueda", terminamos usando el atentado a la Amia, como todos los otros asuntos, como un simple elemento, como un engranaje de nuestras disputas y de esa manera alejamos la posibilidad de resolverlo, y aparte que lo denigramos, le quitamos la dignidad que merecen esos muertos.

En su opinión ¿cuándo surge esta cuestión que menciona? Porque en la historia reciente de su país está plagada de casos oscuros. ¿Cuándo aparecen estos mecanismos, estos ambientes turbios, estas acusaciones frontales hacia el otro?

Yo creo que tiene que ver con nuestra identidad. Así como nuestro individualismo tiene aspectos positivos, porque tenemos a veces una osadía sana, un interés en mejorar y cierto espíritu democrático, en el sentido de no agachar la cabeza, y eso comparado con otras sociedades latinoamericanas es algo positivo, me parece que el lado negativo es esta tendencia facciosa que nos acompaña desde siempre y está esta enorme dificultad por poner la ley por encima de nuestros deseos. Si uno ve cómo conducimos autos, se advierte este estilo argentino de preferencia por el caos individual.

Si tuviésemos que graficar esto, la muerte de Nisman, el caso Amia ¿Esto es una novela de espías o es una novela dramática?

No puedo evitar vivirlo más como una tragedia nacional que como una novela de espías, porque una de espías a veces termina bien. Y la sensación en mi país es que, precisamente, instalados en esta sospecha recíproca y permanente, esto no es más que otro peldaño en esta escalera infinita de no entendernos. Y todo indica que así va a quedar. Si se pudiese hacer una encuesta en Argentina hoy preguntando si se van a esclarecer los motivos de la muerte de Nisman, la abrumadora mayoría le va a decir que no, piense lo que piense, si piensa que fue instigado por el gobierno o que fue instigado por los servicios de inteligencia o por la oposición. Tenga la posición que tenga el encuestado le dirá que "seguramente nunca se sabrá nada" y esa sensación de impunidad junto a la de sospecha la verdad que no son buenas bases para construir la convivencia.

La muerte de Nisman viene a sumarse a los problemas que existen en el último año de gobierno de Cristina Fernández ¿Se siente un ambiente de fin de reinado?

Si en Argentina no existiera el peronismo tal vez sí me sentiría más cerca de esa sensación, pero el peronismo tiene una capacidad proteica y móvil que, más que de fin de reinado, lo que genera es un reacomodamiento de piezas que creo que esta vez no va a ser la excepción. Desde mi mirada parece siempre difícil que no gane el peronismo, por lo tanto si (Daniel) Scioli es el candidato veo muy difícil que (Sergio) Massa o (Mauricio) Macri puedan derrotarlo, pero sí va a hacer interesante esta pugna posterior entre un kirchnerismo que ya no es oficialismo y un sciolismo que es su heredero no del todo legítimo.

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