Baja brecha salarial entre hombres y mujeres por efecto de la crisis 2009
Según Comunidad Mujer, la diferencia bajó de 18,2% en 2009 a 8,3% en 2011.
Una disminución registró la brecha salarial entre hombres y mujeres entre 2009 y 2011 producto de la última crisis económica y la posterior recuperación. Así lo revela la segunda encuesta Voz de Mujer 2012, realizada por Comunidad Mujer y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Si en su edición anterior (2009) el estudio constató que el salario promedio de los hombres era 18,2% superior al de las mujeres, en su última versión -que recogió los datos entre octubre y diciembre de 2011- la diferencia se acortó a 8,3%.
La información fue recopilada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, y tomó como base la encuesta a tres mil mujeres entre 18 y 65 años, residentes de zonas urbanas a nivel nacional. Considera salarios líquidos de los trabajadores con jornada de más de 40 horas semanales.
Así, de acuerdo al estudio, el salario promedio de los hombres es de $ 312.589, mientras el de la mujer sólo llega a $ 288.600.
Al desagregar por nivel educacional, la tendencia fue similar, con reducciones en casi todos los tramos, excepto en el segmento con menor escolaridad.
Las mayores brechas se presentan en los grupos con educación media incompleta y completa (ver infografía).
Sin embargo, la interpretación de los investigadores no es optimista. "No es que la brecha haya bajado por buenas noticias como que los salarios de las mujeres están alcanzando a los hombres. Lo que ocurrió en realidad fue que cayó el salario promedio de ellos", enfatizó Andrea Betancor, directora de Estudios de Comunidad Mujer. Y aunque en ambos géneros el salario promedio se redujo, la contracción fue más acentuada en el caso de los hombres.
Según explica Betancor, dicha evolución tiene relación con factores coyunturales. "La encuesta anterior fue tomada en período de crisis, cuando se suelen perder empleos por lo general menos productivos o de contratos a plazo fijo, que tienen menores sueldos. Entonces cuando se recoge la información aparecen promedios de sueldo más altos. En cambio, cuando se está casi en pleno empleo, como en 2011, hay mayor heterogeneidad y, por ende, un promedio salarial más bajo", argumenta la investigadora.
En todo caso, esta tendencia es distinta a la que se obtiene de la Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE. Según esa medición, por género, la brecha de ingresos de los asalariados subió de 18,3% en 2009 a 23,7% en 2010, cuando se cambió la metodología de la encuesta.
Otro de los datos revelados por la encuesta Voz de Mujer fue que la tasa de participación laboral femenina bajó del 60,7% registrado en la medición anterior a 58,3% en 2011.
NIVELES DE INGRESO
Dado que la baja en la brecha se produce principalmente por el tiempo de las mediciones, Betancor recalca que se requiere seguir avanzando en esta materia.
Es clave, dice, "reducir el peso que en materia laboral el tener hijos tiene sobre las mujeres y no sobre los hombres. Y, en lo inmediato, sustituir el artículo 203, para que el costo de la sala cuna sea pagado entre todos".
La investigadora explica que ese artículo sobre cobertura de salas cuna para mujeres trabajadoras tiene un efecto directo sobre su contratación, en particular en sectores más vulnerables, y sobre los salarios de todas las mujeres.
Además, sugiere abordar la segmentación en los tipos de empleo. "Las mujeres están concentradas en sectores "feminizados" y no acceden en proporciones relevantes a aquellos que pagan mayores salarios", indicó.
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