Con banderas de un laborismo izquierdista, Corbyn consigue la mejor votación en 20 años

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Propone renacionalizar los ferrocarriles y el sector energético y suprimir las tasas universitarias. Estuvo casado con una chilena con la que tuvo tres hijos. Habla fluído el español y es hincha del Arsenal.




El discurso y el programa izquierdista de Jeremy Corbyn, a la luz de los resultados de las elecciones del jueves en Reino Unido, no solo acabó con la mayoría absoluta de los conservadores de Theresa May sino parece haber puesto una lápida al nuevo laborismo, de clara tendencia liberal, de Tony Blair que hace 20 años llegó al poder.

Tras dos años al frente del Partido Laborista en los que ha tenido que acallar algunas rebeliones internas, Corbyn logró reencantar a sus votantes o al menos lograr el mayor porcentaje de votos (40%) en dos décadas, enarbolando las banderas del Estado de bienestar, del pacifismo y de los sindicatos que parecían obsoletas. De hecho, consiguió el mayor incremento de votos para el laborismo en comparación con la elección anterior (9,6%), desde 1945.

Entre sus propuestas se cuentra renacionalizar los ferrocarriles y el sector energético y suprimir las tasas universitarias. Con su lema sobre un país "para muchos, no para unos pocos" y con la promesa de crear "una sociedad en la que no se ignore a la gente que ha quedado al margen", ha entusiasmado a un sector de los jóvenes. Y no teme hablar de alzas de impuestos (quería elevar los tributos a quienes ganaran más de 80.000 libras anuales -unos 94.400 euros o unos US$ 102.000- y mantener el IVA inalterado) o de contratar a más funcionarios públicos, a pesar del escozor que esto provoca en los diputados que llegaron al Parlamento gracias a la ola de Blair.

"Quiero agradecer a todos los que votaron por nuestro programa electoral y por su radical enfoque a favor de una Gran Bretaña más justa", declaró Corbyn la noche del jueves tras las elecciones y antes de que se conocieran los cómputos. "Cualquiera sea el resultado final, nuestra campaña positiva ha cambiado la política, mejorándola", destacó.

El resultado obtenido, con 262 escaños de un total de 650, refuerza el liderazgo de Jeremy Corbyn al frente del laborismo, solo un año después de que fuese forzado a convocar a unas primarias por una revuelta de los parlamentarios. En siete semanas de campaña logró remontar los 20 puntos porcentuales que lo distanciaban de los conservadores, según los sondeos, cuando May hizo el anuncio sorpresivo de elecciones anticipadas, el pasado 18 de abril. Así, los laboristas incrementaron sus escaños en la Cámara de los Comunes en 30, y lograron tres millones de votos más que los obtenidos en 2015, cuando el partido era dirigido por Ed Miliband.

Enemigo de la austeridad presupuestaria y líder de la oposición a la guerra de Irak, Corbyn, de 68 años, es diputado desde 1983 del barrio londinense de Islington. Sus padres se conocieron durante un acto antifascista en Londres durante la Guerra Civil Española. No fue a la universidad ("me gustaba leer, estudiar a mi ritmo", dijo al diario The Guardian) y prefirió irse a Jamaica a trabajar a una organización caritativa. Con el ex primer ministro conservador John Major, quien tampoco tiene un diploma universitario, solía bromear sobre quién había tenido mejores notas en la secundaria.

Su militancia política la inició en el mundo sindical tras lo cual se presentó al Parlamento. Ha ganado nueve veces en su distrito, y nunca ha ostentado algún cargo importante en los gobiernos laboristas.

Se ha casado tres veces y tiene tres hijos. Su primera esposa fue Jane Chapman. La madre de sus tres hijos y su segunda esposa es la chilena Claudia Bracchitta, de quien se divorció en 1999. Desde 2013 está casado con la mexicana Laura Alvarez, quien se dedica a la importación de café.

Seguidor del club de fútbol Arsenal, habla fluido español y disfruta de la literatura latinoamericana.

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