Benedicto XVI clausura Sínodo convencido de que la nueva evangelización dará frutos
Desde el 7 de octubre 262 prelados de todo el mundo se reunieron en el Vaticano para discutir una nueva forma de acercar la fe a la gente.
Benedicto XVI dijo hoy que las personas que se han alejado de Dios y ya no lo consideran importante han perdido "una gran riqueza, han caído en la miseria y se han convertido en mendigos de la existencia" y que por ello es urgente una nueva evangelización allí donde la fe se ha debilitado.
El Pontífice hizo estas manifestaciones en la clausura del Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización, en el que han participado desde el 7 de octubre 262 prelados de todo el mundo y del que se mostró convencido de que "dará frutos".
"Hay riquezas preciosas para nuestra vida, que no son materiales, que podemos perder", dijo ante varios miles de fieles en la basílica de San Pedro, ante los que recordó el pasaje evangélico del ciego Bartimeo caído en la miseria desde una posición de prosperidad.
El obispo de Roma subrayó que esas personas tienen necesidad de una nueva evangelización, de un nuevo encuentro con Jesús, "el que puede abrirle nuevamente los ojos y mostrarles el camino".
Benedicto XVI aseguró que la nueva evangelización concierne a toda la Iglesia, que hay que acompañar con una catequesis adecuada la preparación al bautismo, a la confirmación y a la Eucaristía; reiteró la importancia de la penitencia e insistió en la santidad de los cristianos.
También dijo que la nueva evangelización está esencialmente conectada con la "misión ad gentes", entre las personas, y que existen muchos lugares en África, Asía y Oceanía en donde los habitantes, "muchas veces sin ser plenamente conscientes, esperan con gran expectativa el primer anuncio del Evangelio".
El papa Ratzinger resaltó que ha sido muy significativo el hecho de que este Sínodo coincida con el 50 aniversario del Concilio Vaticano II y con el Año de la Fe.
El Sínodo concluyó con la aprobación de 58 propuestas, que han sido enviadas al Papa para que prepare la Exhortación Apostólica, el documento con el que se cierra oficialmente un Sínodo.
Los prelados denunciaron que el secularismo, individualismo y relativismo ha llevado al hombre a vivir de espaldas a Dios y que hay que redescubrir los modos con los que acercar Jesús a los hombres.
Los obispos consideran que los inmigrantes son muy importantes para la nueva evangelización y exigieron que se les garanticen sus derechos.
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