Bolivia, Potosí es un caos

La situación de Potosí, la región minera de Bolivia, se ha convertido en un caos, luego de que el único intento de diálogo con el gobierno de Evo Morales fracasara antes de empezar.




San Cristóbal, la principal empresa minera de Bolivia, cuyo mayor accionista es la japonesa Sumitomo, tuvo que paralizar la producción porque medio millar de campesinos tomaron la hidroeléctrica que provee de energía a sus instalaciones, informó el ministro de Minería, José Pimentel.

La autoridad, además, comunicó que esta paralización en la extracción de plata significa una pérdida diaria de 2 millones de dólares.

Por otro lado, el ministro de Gobierno (Interior), Sacha Llorenti, alertó que los manifestantes pretenden tomar por asalto un cuartel y una instalación policial.

"Algunos sectores radicalizados estarían planificando la toma tanto de las instalaciones de Tránsito, de la Policía, como las instalaciones cuartelarias del regimiento Pérez en esa capital departamental", dijo el ministro en una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Minería y el vocero presidencial, Iván Canelas.

14 DIAS BLOQUEADOS
Potosí cumple este miércoles 14 días de bloqueo de carreteras y huelga indefinida exigiendo al gobierno de Morales que resuelva una disputa de límites con el departamento de Oruro y exigiendo, además, la construcción de un aeropuerto y una fábrica de cemento.

Los alimentos son escasos y los pocos que se venden tienen precios elevados, denunciaron los habitantes mediante las televisoras locales. Por eso, la dirigencia potosina ha dispuesto la apertura de los mercados sólo por unas horas para que la gente se reabastezca y continúe protestando.

Además de esas dos medidas, los potosinos declararon una masiva huelga de hambre de la que participa el gobernador, el oficialista Félix Gonzáles. Esta huelga, según medios locales, tiene más de 130 piquetes y 500 ayunadores.

PROTESTA EXTENDIDA
Las protestas de Potosí se han extendido, además, al menos a cinco de las nueve regiones de Bolivia, con marchas y huelgas de hambre de los residentes potosinos.

Al menos 150 turistas de diferentes nacionalidades quedaron atrapados en Potosí y sólo 30 de ellos lograron salir de esa ciudad con una comitiva institucional que viajaba a la vecina ciudad de Sucre con la finalidad de instalar el diálogo con el gobierno.

Sin embargo, el diálogo no se instaló y ambos sectores se acusaron de "intransigencia". Dos ministros de Morales acudieron a Sucre para entablar la negociación solamente sobre el conflicto de límites con Oruro, pero los dirigentes de Potosí no ingresaron al salón donde los esperaban porque el gobierno pidió suspender la huelga para trasladarse a Potosí a negociar una solución a las demandas económicas.

PEDIDOS DE DIALOGO

En medio de este panorama, el gobierno descartó una intervención militar o policial en Potosí porque la solución llegará a través del diálogo "y no a través del desastre", dijo el ministro de Gobierno.

El vocero Canelas ha insistido con la acusación de que el conflicto tiene fines políticos. En esta ocasión acusó a los partidos tradicionales y de derecha. "Esta acción claramente política está además involucrando a dirigentes y militantes o ex militantes de partidos tradicionales y partidos de derecha", dijo.

Naciones Unidas ha hecho un llamado al diálogo y ha advertido que el bloqueo y la huelga "están causando graves y masivas violaciones a los derechos humanos" de la gente que está en Potosí.

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