Campaña para evitar la apertura de grifos

<font face="tahoma, arial, helvetica, sans-serif"><span style="font-size: 12px;">El mensaje que se busca difundir es a no abrir los grifos contra incendios, y mantenerlos en buen estado.</span></font>




Con el fin de educar y prevenir el mal uso de los grifos, la Intendencia de la Región Metropolitana, Agua Andinas y Bomberos presentaron hoy una campaña educativa sobre el correcto uso de los grifos contra incendios. Esto debido a que al día en Santiago se abren aproximadamente entre 300 y 500 grifos durante un promedio de 6 horas, situación que pone en riesgo el trabajo de Bomberos

“Los grifos no se deben abrir, solo los bomberos pueden manipularlos. Un grifo dañado, es un grave peligro para los vecinos de Santiago ya que dificulta, y a veces impide, el trabajo de bomberos para enfrentar incendios. Hacemos un llamado a los papás y a los jóvenes a no abrir los grifos, sino a cuidarlos, porque ante una emergencia pueden evitar una tragedia. Las plazas de agua ubicadas en puntos vulnerables de Santiago, son una sana entretención para niños con menos recursos que también tienen derecho a un verano feliz”, indicó el intendente de la región Metropolitana, Claudio Orrego.

Como medida para frenar esto, Aguas Andinas en conjunto con los municipios ha construido 60 surtidores recreacionales, más conocidos como plazas de agua. Esto con la finalidad de desincentivar la apertura no autorizada de grifos.

El Superintendente del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur, Patricio Araya agregó que “el éxito y rapidez para extinguir un siniestro depende en gran medida del buen estado de los grifos y la apertura indiscriminada, además de ser un acto ilegal, en algunas poblaciones atenta contra ello y pone en riesgo a los vecinos y a bomberos”.

La ley que penaliza este comportamiento es el inciso segundo del artículo 25° del Decreto Supremo MOP que establece: “El uso indebido de los grifos públicos para sacar aguas, será sancionado, conforme a lo dispuesto en el artículo 459 N°1 del Código Penal, con la pena de presidio menor en su grado mínimo y multa de 11 a 20 sueldos vitales.

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