Canciller venezolano califica como "acción desesperada" la restricción de visas de EEUU

Jaua afirmó que la medida contra los funcionarios venezolanos es una represalia más de Estados Unidos contra "el papel que juega Venezuela en un mundo nuevo".




La negativa de Estados Unidos de otorgar visas a funcionarios venezolanos acusados de violar derechos humanos en protestas contra el presidente Nicolás Maduro es una "acción desesperada" y una "represalia" por el papel de Venezuela en América Latina, dijo este miércoles  el canciller Elías Jaua. 

"Son acciones desesperadas que ellos toman contra nosotros (...) pero  bienvenida sea su furia (...). Es una represalia más del gobierno de Estados Unidos contra el papel que juega Venezuela en un mundo nuevo, de una América  Latina independiente, soberana", dijo Jaua en rueda de prensa.

Jaua fue interrogado sobre la decisión del departamento de Estado, conocida este miércoles, de negar visas a un número indeterminado de funcionarios  venezolanos que son señalados de violar derechos humanos en las protestas  opositoras que sacudieron al país sudamericano de febrero a mayo, con saldo de  43 muertos y cientos de heridos.

El canciller dijo que no han recibido notificación alguna sobre la negativa  de otorgar esas visas. "Esperaremos y evaluaremos", señaló.

Según Jaua, esta decisión es la respuesta de Estados Unidos al hecho de que  Venezuela fue visitada la semana pasada por el presidente chino, Xi Jinping, y  a que el pasado martes acogió la cumbre del Mercosur para poner fin a su presidencia protempore del bloque comercial.

"Estados Unidos no entiende ni puede oir, ni ver lo que está pasando, sólo  tienen como respuesta el garrote (...). Les ha dolido mucho esto y en vez de  quedarse calladitos, lo hacen evidente", sentenció.

Desde la llegada a la presidencia del fallecido Hugo Chávez (1999-2013),  que implantó el denominado "socialismo del siglo XXI" continuado por Maduro,  Venezuela ha sostenido tensas relaciones con Estados Unidos lo que llevó al  mutuo retiro de embajadores en 2010 y a la expulsión desde 2013 de ocho  diplomáticos norteamericanos. 

Pese a estas tensiones en el plano diplomático, Estados Unidos sigue siendo  el primer cliente del petróleo de Venezuela, que a su vez importa numerosos  productos estadounidenses.

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