Capturan dos mandos importantes de Sendero Luminoso en Perú

Dos importantes mandos del grupo maoísta armado peruano Sendero Luminoso, incluido uno que debía estar pagando cadena perpetua, fueron capturados en las últimas horas, informó en la noche de ayer la versión online del diario limeño Perú 21.

La propia Policía se llevó una sorpresa con la captura de Demetrio Sánchez, "Antonio", de 45 años, pues se suponía que debía estar en la cárcel, ya que cumplía cadena perpetua desde 1999. Las fuentes consultadas no lograron explicar qué pasó, pero todo apunta a que se fugó hacia 2004.

Sánchez fue sorprendido el jueves en una operación policial en la ciudad selvática de Juanjuí. El hombre suministró una identidad falsa, pero las investigaciones establecieron de quién se trataba.

En otra provincia selvática, Tocache, fue capturado hoy Agripino Espinoza, "Ugly", quien según las informaciones policiales es un importante mando del frente que opera en la zona productora de coca de Huallaga bajo el mando de "Artemio".

Espinoza fue sorprendido con armas y una cantidad de dinero no especificada, por lo que la Policía cree que regresaba de la profundidad de la selva tras cobrarles cuotas a los narcotraficantes por los acuerdos de protección.

La Policía indicó que "Ugly" puede ser aún más importante dentro de la estructura senderista que Félix Mejía, "Mono", capturado el domingo en otra ciudad selvática, Tingo María, en lo que se consideró un fuerte golpe para Sendero.

El frente de "Artemio" es uno de los dos que le quedan al otrora poderoso Sendero. El otro, más grande y activo, opera en la también zona cocalera selvática del valle de los ríos Apurímac y Ene bajo órdenes de Víctor Quispe Palomino, "José".

Sendero Luminoso está presente en dos zonas selváticas del país, la ya mencionada Huallaga y el Valle de los Ríos Apurimac y Ene (VRAE), donde el pasado 2 de agosto una emboscada en la base de la Dirección de Operaciones Especiales (Dinoes) en el distrito de San José de Secce dejó tres policías y dos civiles muertos.

En ambos valles los remanentes senderistas se desplazan en alianza con los cárteles del narcotráfico y realizan emboscadas y atentados contra las fuerzas de seguridad.