Carolina García: "Antes de Cacho, pasar de mitad de cancha era un logro"

Carolina García

Próxima a cumplir 200 partidos de rojo, la diabla proyecta el proceso clasificatorio para el Mundial, cuyo siguiente reto para la Selección arranca el sábado en Canadá.




La selección chilena de hockey césped femenino disputará a partir del sábado en Vancouver la World League 2. Una nueva etapa a sortear, pensando en conseguir una histórica e inédita clasificación al Mundial de Londres 2018. Actualmente las chilenas ocupan el 19º lugar del ránking de la FHI y compartirán grupo con las locales (18ª), México (30ª) y Trinidad y Tobago (34ª). El otro grupo lo componen India (12ª), Bielorrusia (20ª) y Uruguay (23ª).

Con 32 años de edad y 196 partidos oficiales por las Diablas Rojas -en Canadá alcanzará la doble centena-, Carolina García es la jugadora con más batallas representando a Chile. La volante vistió la camiseta de la roja adulta por primera vez en 2001 con sólo 16 años. En la selección actual no queda ninguna jugadora con la que compartió camarín ese entonces. Jugó en clubes de Argentina, Italia y Bélgica. En este último país, fue campeona dos veces y disputó torneos continentales en las filas del Royal Antwerp Hockey Club. García se considera una líder que siempre transmite su experiencia a las más jóvenes. La más diabla de todas.

"El hockey en Chile es distinto que hace tres o cuatro años. Hoy contamos con muchas más instancias de competición y la jugadora chilena tiene más herramientas para su desarrollo", afirma. Para Sharoll, como la llaman sus amigas, su gran sueño es jugar en la cita mundial de Inglaterra, precisamente una competición que nunca ha tenido a Chile entre sus inscritos. Cuenta que si lo consigue, posiblemente se retire después. Poco antes de poner rumbo a Vancouver, donde el equipo se encuentra desde el domingo pasado, conversó con La Tercera.

¿Cómo fue la preparación de cara al torneo de Canadá?

Muy intensa y productiva. Los últimos días jugamos contra equipos masculinos para agarrar ritmo. Al ser más potentes, nos obligan a hacer más rápido nuestro juego. A algunos equipos de primera incluso les ganamos.

¿Se ven capaces de llegar al Mundial?

Paso a paso. Por ahora, pensamos en llegar a la final en Vancouver. Resultando primeras o segundas, aseguramos un cupo a la tercera fase de la liga mundial. Ya estando ahí tendremos altas chances de clasificar al Mundial de Londres, que es la principal meta. Dependemos cien por ciento de lo que hagamos nosotras. Tenemos nivel para superarlos a todos. El equipo es joven y tiene proyección para llegar también a los JJOO de Tokio.

¿Qué ha cambiado Cachito Vigilen el hockey chileno? ¿Se ha notado su desempeño?

Tiene mucho conocimiento y es exigente. Desde que llegó, los entrenamientos son más duros y extensos. Nos ha demostrado que contra equipos superiores hay que atreverse a jugar de igual a igual. Antes nos defendíamos mucho y pasar de mitad de cancha era un logro. Eso cambió. Fuera de la cancha, ahora somos un grupo mucho más unido, lo que se demuestra en las giras. Netamente mérito de Cacho y su equipo.

¿Es el Bielsa del hockey?

Son muy parecidos. Cacho es fanático del estudio y muy apasionado. Le está cambiando positivamente la mentalidad a las hockistas chilenas, tal como lo hizo Bielsa en el fútbol. Sabe perfecto cómo es cada jugadora. Nos hemos ido adaptando a su estilo, pero también él a nuestra realidad: Estaba acostumbrado a entrenamientos en doble jornada y eso no es posible en Chile, porque muchas trabajan y estudian. La mayoría de las jugadoras no somos profesionales.

¿Cómo ha influido el técnico en su aspecto personal?

A pesar de que ya estoy en una etapa avanzada de mi carrera, está sacando mi mejor versión. Tanto dentro, como fuera de la cacha. Estoy con la confianza a tope, que era lo que necesitaba. Cacho se interesa por tu vida personal, conversa mucho con la jugadora, te dice de frente tus debilidades y te invita a trabajarlas. A la parte psicológica y anímica, le da mucha importancia, además de lo técnico y lo físico. Dentro del grupo, eso lo valoramos un montón.

¿Cuál es el mejor y el peor momento de su carrera con la selección?

En los Panamericanos de Río 2007 perdimos la medalla de bronce contra Antillas Holandesas, una selección plagada de jugadoras de Holanda nacionalizadas. Nos ganaron con gol de oro y quedamos muy tristes. Nos juramos revancha, trabajamos duro, y nos subimos al podio los siguientes juegos en Guadalajara 2011. Ésa fue la mejor selección con la que jugué. Celebramos por más de una hora en el camarín, con los entrenadores y dirigentes incluidos. La organización no sabía qué hacer para sacarnos de ahí, porque ya venían los otros equipos. Fue muy satisfactorio.

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