Colegio de Profesores y evaluación docente: "Se han cambiado las reglas del juego"
El presidente del gremio, Jaime Gajardo, apuntó que la autoridad está "poniendo en el mismo saco" a quienes obtuvieron resultados básicos e insatisfactorios, lo que "contradice el espíritu original de la ley".
Una dura crítica a la forma en que el Ministerio de Educación ha interpretado los resultados de la evaluación docente de 2010 realizó el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, quien se manifestó "preocupado" por la homologación que hizo la autoridad entre quienes tuvieron resultados básicos e insatisfactorios.
"Son dos categorías cualitativamente muy distintas. Si se lleva a una escala de notas, un 4,5 o un 5, que sería el nivel básico, es muy distinto de un 2,5 ó 3, que sería el insatisfactorio", explicó el jefe gremial, para quien "con esto se está corriendo el cerco, se les está poniendo en un mismo saco en forma arbitraria y se deja en una situación de cuestionamiento al 36% del profesorado evaluado, con una posibilidad cierta de despido por la nueva facultad de los directores".
En efecto, la ley permite que los directores puedan despedir al 5% de la planta que obtuvo resultados precarios, al punto que 29 profesores se verán afectados por esta medida luego de acumular tres evaluaciones deficientes.
Para Guajardo, "aquí, en rigor, se han cambiado las reglas del juego", y agregó que "con esto la evaluación se transforma más en punitiva que formativa, lo que cambia el sentido que tenía originalmente".
-Sumar dos evaluaciones insatisfactorias o básicas, ¿no debería representar un desafío suficiente para que un docente se prepare e impida ser despedido?
-En el nivel insatisfactorio podría ser entendible, pero si eso se extiende y se amplía el cerco, se genera una situación de inestabilidad y un clima poco adecuado para el aprendizaje. Decimos que están bien las oportunidades que se dan para que un empleador pueda alejar del servicio a un docente, pero no tal como está ahora.
Por ello, anunció que pedirán una entrevista con el ministro de educación, Joaquín Lavín, con el fin de "analizar los resultados, porque en esta situación un docente que podría avanzar estaría quedando casi como interdicto, cuando la propia experiencia demuestra que estos profesores pueden recuperar terreno y para ello están los planes de reforzamiento".
-Tomando la misma escala de notas que propuso, ¿no considera que un resultado de nivel básico, y más aún tres consecutivos, es en rigor bastante mediocre?
-Yo me quedo con lo que dice la ley, que es una persona que tiene las competencias necesarias, que está capacitado para ejercer la función, pero necesita apoyo en determinadas áreas o aristas de su trabajo. Eso es muy distinto a decir que esa persona no sirve. Sería poco justo y no se compadece con el espíritu del sistema de evaluación.
De hecho, a diferencia de la visión gubernamental, Gajardo cree que "en general los resultados fueron aceptables, buenos, porque si reúne a los competentes con los destacados, suma el 64,1% de los profesores, lo que evidentemente es una inmensa mayoría. Pero si le agrega a eso el 33,3% de los básicos, tenemos un 97,4% del magisterio, de los que se evaluaron, que han superado la valla, que están aptos para el sistema, excepto que los básicos necesitan reforzamiento en algunas áreas".
El dirigente gremial opina que "hay que redefinir cómo se está haciendo la evaluación docente, pues necesita modificaciones y se lo hemos planteado hasta el cansancio a la autoridad, para que sea un proceso objetivo y no se preste para distorsiones. Por ejemplo, que haya tiempos adecuados para hacer el portafolio, que esté el derecho a apelación o que el profesor pueda ser desligado de otras actividades para que se aboque a este proceso, que además dura tres o cuatro meses. Debemos analizar cómo se está haciendo este proceso, que necesita ser perfeccionado y genera mucha tensión entre los profesores".
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