Colegios con letrinas y sin agua potable destacan en catastro de infraestructura del Mineduc
La evaluación se realizó a un total de 5.343 colegios municipales entre 2012 y 2014. El gobierno destinará $ 64 mil millones anuales en reparar este tipo de problemas.
Al interior de Concepción, en la Región del Biobío, está la comuna de Santa Juana, que cuenta con 19 colegios. Uno de ellos es la escuela del sector de Torre Dorada, que hace un par de años tiene problemas de escasez de agua. Una realidad que a partir de 2013 se agravó hasta el punto de no contar con suministro de agua potable. El colegio unidocente cuenta con una matrícula de 15 alumnos, los que se nutren de agua una vez a la semana con un camión aljibe de la municipalidad.
Al no contar con agua potable, a veces la escuela presenta problemas sanitarios, sobre todo por la limpieza de los baños, asegura el alcalde Juan Angel Castro. El escenario se vuelven más difícil para los alumnos de enseñanza básica y su profesora cuando las temperaturas aumentan. "La situación se ha puesto difícil por la sequía y esto complica igual el aseo de los baños, por ejemplo", agrega Castro.
Pero los problemas que tiene que sortear este establecimiento de madera también se replican en inverno, cuando la lluvia y el frío traspasan los techos. Una realidad que el alcalde espera evitar para el invierno del 2015: "Postulamos a fondos del Mineduc, espero que se solucionen".
Los municipios tienen dos formas de costear la educación de sus comunas. La primera es a través de la subvención general que reciben, y que depende del número de alumnos, y la segunda, vía concurso de mejoramientos.
Como esta escuela, hay otros 1.163 recintos municipales que tienen sistemas precarios de agua potable. Este fue uno de los datos que arrojó el catastro de infraestructura que realizó el Ministerio de Educación entre 2012 y 2014.
El análisis revisó la condición de los 5.343 colegios municipales. De ellos, 71 (1,3% del total) no cuenta con baños y tiene sistema de letrinas, por ejemplo (ver infografía).
De acuerdo al catastro, la matrícula de los establecimientos que presentan un deterioro general es de 228 mil alumnos. Es decir, afecta al 0,017% de la matrícula municipal. Los daños de estos recintos se arrastran desde hace años y se relacionan, generalmente, con la falta de recursos y con la zona geográfica en que se ubican. "Se trata de recintos, en su mayoría, en zonas rurales. Los casos de letrinas, por ejemplo, se ubican en zonas aisladas y de carácter desconcentrado, donde tampoco existe un sistema de evacuación de aguas servidas, por lo tanto, la alternativa de inyectar más recursos, por ejemplo, no es una opción, si no que allí la alternativa pasa porque efectivamente se disponga de un sistema de agua potable", explica la jefa de la División de Planificación del Mineduc, Vivien Villagrán.
Del total de colegios afectados, unos 130 estarían en condición de ser reconstruidos en su totalidad, pues "la reparación es más costosa que hacerlos de nuevo", dice Villagrán.
Para el senador socialista Carlos Montes, esta realidad no es menor y menos en período de cambios en el sistema. "Es el colmo que haya un colegio con letrina, porque el Estado está lleno de recursos para resolver estos problemas", indica.
Otro de los datos del catastro es que hay 791 colegios que cuentan con al menos un pabellón tipo mediagua o container. Es el caso, por ejemplo, del colegio de colonia agrícola de Pintados, ubicado al interior de Pozo Almonte, en la Región de Tarapacá. "El colegio fue afectado por el terremoto (de este año). Ya postulamos a fondos y estaría listo para mediados del 2016", señala el alcalde, José Muñoz.
EDUCACIÓN PÚBLICA
Las autoridades del Mineduc han repetido varias veces que el pilar fundamental de la reforma educacional es fortalecer la educación pública. Con estas cifras, el desafío por mejorar la calidad de enseñanza se vuelve más difícil. Una tarea que el gobierno consideraba y que fue una de las razones para implementar, dentro del presupuesto 2015, una línea para mejorar la infraestructura de estas escuelas. El monto para dichos fines es de $ 64 mil millones al año.
El director de política educativa de Educación 2020, Manuel Sepúlveda, dice que "es necesario preguntarse qué ha hecho todo este tiempo el sostenedor y si acaso hay financiamiento para solucionarlo".
Para que un municipio postule a financiamiento necesita de un equipo de gestión y tiempo. Así lo reconoce Villagrán: "Estamos en conversaciones para reducir la burocracia de los proyectos en zonas alejadas, estamos en conversaciones con el Ministerio de Desarrollo Social para buscar una modalidad de evaluación de estos proyectos, para que puedan ser más expedita".
Para Sepúlveda, esto da cuenta de que los municipios no han dado el ancho a la hora de administrar los colegios: "Este sistema no asegura la calidad de los recintos ni de la educación que reciben los niños. Por eso es necesario modificar la institucionalidad y desmunicipalizar".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.