Comandante en jefe del Ejército: "Se respondió oportunamente a las necesidades de seguridad inicial en el norte"

El General Humberto Oviedo califica de positivo el despliegue de efectivos en la zona de la tragedia, tanto en la contención de la emergencia como en el resguardo de la población.




Cerca de cuatro mil efectivos del Ejército se han desplegado en las regiones afectadas por los aluviones en el norte del país. Se trata de la mayor operación de emergencia desde el terremoto y posterior tsunami de 2010, por lo que la evaluación del comandante en jefe de la institución, general Humberto Oviedo, es positiva, tanto en las labores de recuperación de la zona donde ocurrió la catástrofe como en lo relativo a la seguridad de la población, especialmente en la Región de Atacama donde aún está vigente el toque de queda.

¿Cómo evalúa el rol que ha cumplido el Ejército en la última tragedia?

Hasta ahora la evaluación es muy positiva. Se respondió oportunamente a las necesidades de seguridad inicial en el norte, sentando las bases para poder continuar con la fase de recuperación que está en desarrollo, disponiendo en la zona cerca de cuatro mil efectivos y más de 400 vehículos y aeronaves operando permanentemente. Ha sido un logro muy importante.

¿Considera que el Ejército es una institución dual, capacitada tanto para la guerra como también para actuar en tiempos de paz?

Efectivamente el Ejército de Chile es polivalente. Se centra en la formación y el entrenamiento una fuerza acorde a los requerimientos de la defensa, lo que la hacen también eficaz y eficiente en las operaciones distintas a la guerra, tal como hoy se enfrenta la lamentable situación que se está viviendo en el norte del país.

¿Qué relevancia tienen las operaciones distintas a la guerra para las FF.AA. modernas?

Los actuales escenarios globales exigen que las fuerzas militares modernas se encuentren en condiciones de actuar con eficacia y eficiencia en las operaciones distintas a la guerra. Son operaciones relevantes en el desarrollo de los conflictos y también posteriormente, además de su fundamental apoyo ante las emergencias y catástrofes que, al parecer, son cada vez más frecuentes.

Considerando que la FACh podría adquirir helicópteros que permitan trasladar tropas y civiles en caso de emergencia, como señaló el Ministro de Defensa, y agregando que se estudia construir un buque similar al Sargento Aldea para la Armada. ¿Qué elementos podría renovar el Ejército para enfrentar emergencias?

Dada las características de nuestro extenso territorio, es fundamental contar también con movilidad terrestre. Para esto se requiere la renovación de los vehículos militares para el transporte de unidades y para brindar el apoyo logístico necesario, como también ampliar la capacidad de recuperación de los caminos a través de maquinaria de ingenieros. Adicionalmente se debe reforzar y potenciar la capacidad existente de transporte aéreo que tiene el Ejército a base de helicópteros.

El 70% de las fuerzas que se desplegaron en las regiones afectadas son del Ejército. ¿Qué ha ganado la institución con eso?

Se ha puesto en ejecución el Plan Nacional de Emergencias, desplegándose un gran número de efectivos y medios. Son el mayor contingente de ayuda presente en una zona de catástrofe en el país desde el desastre del 27/F. Esto requiere un importante esfuerzo operacional y logístico que pone a prueba las capacidades institucionales. Sin embargo, y más importante, demuestra el compromiso que el Ejército tiene con Chile y que se palpa en cada punto donde ha llegado la acción de su gente.

Cuando los efectivos salen a resguardar las calles durante el toque de queda lo hacen con armamento de guerra. ¿Podría evaluarse el uso de un armamento disuasivo, como balines?

Cada situación y escenario siempre puede ser evaluado y revisado como parte de una mejora continua de los procedimientos. Sin embargo, hay que señalar que el armamento que se usa cumpliendo funciones de resguardo y seguridad bajo un Estado de Excepción de Catástrofe, es el mismo armamento con el que nuestro personal se ha entrenado. En este sentido, resulta lógico que se utilice este material militar, y que a la vez es efectivo en la disuasión, cumpliendo rigurosamente con los protocolos para el empleo de la fuerza.

Pero la aplicación de la medida de toque de queda en estas circunstancias expone a las FF.AA. a eventuales conflictos con la ciudadanía. 

No ha habido conflictos, porque considero que las personas valoran la medida y habitualmente exigen la presencia militar. El toque de queda va en directo beneficio de quienes resultaron afectados por la emergencia, por lo tanto no ha generado problemas con la ciudadanía, en el entendido que es un apoyo a su resguardo y a la eficiencia en el cumplimiento de ciertas tareas.  No deberían producirse inconvenientes al contar con la colaboración y la comprensión de la comunidad.

¿Dentro de la doctrina del Ejército ya está asumido el rol que debe cumplir la institución en caso de emergencia?

Absolutamente asumido, es parte de nuestra doctrina. Está incorporado como una de las tres áreas estratégicas, la de Ejército y Sociedad. Entre otras medidas, se han creado unidades especializadas para apoyar en estos casos, tales como las Brigadas Forestales del Ejército en el apoyo al control de incendios, las Unidades Fundamentales Emergencia de despliegue rápido para ser empeladas en diversos escenarios y las Patrullas de Auxilio y Rescate del Ejército. Esto además del empleo polivalente de nuestra fuerza en casos más extremos.

¿Ahora que se debate darle una nueva institucionalidad a la Onemi, podría el Ejército también entregar una opinión en la prevención de las emergencias?

Esto ya se hace a través ciertos mecanismos de entrenamiento que permiten detectar falencias y sugerir nuevas alternativas para mejorar procedimientos.  Por ejemplo, con el fin de mejorar la preparación ante la ocurrencia de catástrofes y optimizar la coordinación de diversos organismos nacionales e internacionales, el Ejército ha entrenado a centenares de autoridades civiles de diversas organizaciones nacionales y extranjeras en el proceso de toma de decisiones en situaciones de emergencias y desastres en conjunto con personal militar, realizando numerosos ejercicios con el empleo del Sistema de Simulación para la Gestión y Entrenamiento de Situaciones de Emergencia (Sigen) desarrollado en el Ejército de Chile. También, mediante un acuerdo con la Onemi se han efectuado con mucho éxito en la Academia de Guerra, tres diplomados en Gestión de riesgo y desastre, capacitando a más de 200 personas.

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