Comisión de Etica del Congreso peruano recomienda suspender a vicepresidente

Si el pleno del Congreso aprueba dicha recomendación, Omar Chehade, deberá estar 120 días alejado de sus labores legislativas, por un caso de presunto tráfico de influencias.




La Comisión de Etica del Congreso peruano recomendó suspender hoy por 120 días de sus labores legislativas al segundo vicepresidente de la República, Omar Chehade, por un caso de presunto tráfico de influencias.

La decisión, adoptada por unanimidad, constituye un golpe para Chehade, quien aún enfrenta dos procesos más en el Congreso, uno de los cuales podría destituirlo y ponerlo en manos de la Justicia.

Según el reglamento de la Cámara legislativa, dicha recomendación, deberá ahora someterá al voto del pleno del Congreso.

La situación para el vicepresidente parece tan comprometedora que incluso sus compañeros en la alianza oficialista Gana Perú (GP) que forman parte de la Comisión de Etica votaron a favor del castigo, que implica un no goce de haberes.

Chehade quedó inmerso en un escándalo desde semanas atrás, cuando se denunció que se reunió con tres generales de la Policía para instarlos a que, con documentos falsos, desalojaran a los trabajadores que administran una azucarera y la entregaran al poderoso conglomerado económico Grupo Wong.

El vicepresidente asegura que en la reunión no se trató ese tema y atribuye las denuncias a un "cargamontón mediático", pero testimonios e indicios apuntan a que los hechos sí se produjeron, con lo que el además parlamentario habría incurrido en varios delitos, incluido el de tráfico de influencias.

A pesar de que según encuestas un 70% de la población quiere que Chehade renuncie a la vicepresidencia, éste se niega a hacerlo, y se ha limitado a firmar una carta en la que anuncia que no hará uso de tal cargo si fuera necesario.

El Presidente Ollanta Humala presentó esa carta como una virtual renuncia, pero el propio Chehade aclaró que no lo era. En el Congreso, Chehade se había limitado a pedir su separación temporal de la bancada de GP.

La actual correlación de fuerzas pinta un camino oscuro para el vicepresidente, quien se ha quedado sin apoyo político alguno.

Chehade, un ex procurador anticorrupción de 41 años, hizo de la lucha por la moralidad su principal bandera política. Su ahora previsible caída podría ser un golpe para el gobierno de Humala, que lo tenía como uno de sus principales cuadros.

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