Cómo lidiar con un compañero de trabajo con déficit atencional

La generación Ritalín llegó al mundo laboral, generando varios problemas. De hecho, su tasa de despidos duplica a sus pares.




No paran de moverse ni hablar, postergan la entrega de informes y olvidan fácilmente las instrucciones. Simplemente no se pueden concentrar. Se trata de la llamada "generación Ritalín", que en los 90 fue tratada por Trastorno de Déficit Atencional (TDA) y que ahora desembarcó en el mundo laboral, generando una serie de conflictos que preocupa a los expertos y tiene de cabeza a no pocos jefes.

Según cifras de la OMS, el déficit atencional afecta a cerca del 5% de los trabajadores del mundo. Algunos controlan su problema usando metilfenidato (compuesto del popular Ritalín) al igual como lo hacían de niños en el colegio. Otros nunca han sido diagnosticados, un problema serio, según los expertos, ya que si bien el TDA no es una enfermedad -sino una condición crónica- debe ser tratado de por vida. "El tratamiento de metilfenidato es como un lente: se tiene que usar todo el tiempo que sea necesario, muchas veces por toda la vida", dice Patricio Fischman, siquiatra de la U. de Yale (EE.UU.).

¿Qué rol cumple el medicamento? "Evita que se produzca un cambio neuronal en la corteza prefrontal del paciente y que aumenten sus problemas de memoria", explica Patricio Ruedi, neurólogo de la Clínica Las Condes.

El tema no es menor, ya que según cifras de la IMS Health, mientras en 2003 se expendieron 30 mil recetas de metilfenidato para adultos en nuestro país, en 2008 esa cantidad se duplicó. "En términos laborales el déficit atencional es una realidad bastante significativa en Chile", dice Ruedi, quien agrega que hay muchas personas adultas subdiagnosticadas.

Y aunque pueden ser un dolor de cabeza para sus jefes, por ser poco productivos, incapaces de planificar sus labores y con tendencia a aburrirse e irritarse, bien guiados pueden ser grandes líderes y los más comprometidos y creativos de la oficina. ¿Cómo reconocer si tiene TDA?

LES CUESTA PLANIFICAR
Una de las peores pesadillas para una persona con déficit atencional es que le asignen una tarea que involucre planificación. La sicóloga y docente de la U. del Desarrollo, María Teresa Macaya, dice que eso se debe a que sufren disfunción ejecutiva, es decir, les cuesta ejecutar tareas que requieren una secuencia planificada de actos. Es así como las reuniones largas, la elaboración de informes, la lectura de contratos o el envío de e mails para coordinar un trabajo se transforman en una labor que no siempre pueden cumplir. Es que a medio camino simplemente se distraen, especialmente cuando se trata de labores rutinarias en las que suelen ser muy poco eficientes. Andan en las nubes y olvidan todo. Antes fue la tarea o la prueba, ahora los informes, las reuniones, los plazos. Así lo reconoce el sicólogo clínico Rodrigo Ortega (33), quien hace un par de años volvió al Ritalín que había dejado en la infancia. "El cumplimiento de la formalidad se me hacía más difícil, olvidaba entregar informes, acuerdos que se establecían en reuniones o detalles que me contaban los pacientes. Tenía que anotarlo todo", cuenta.

NO SON MULTITAREA
Patricio Ruedi dice que las personas con TDA tienen problemas con la flexibilidad cognitiva -vale decir, la capacidad del cerebro para organizar tareas-, lo que los lleva a llenarse de trabajo. Van acumulando actividades, sin que logren terminar con ninguna de ellas. "Por eso siempre se ven superados y llegando tarde a todo", dice. A eso se suma otro fenómeno. Como están conscientes de sus desventajas, reciben más trabajo del que pueden asumir, lo que finalmente les pasa la cuenta. Esto, porque su inflexibilidad cognitiva hace que presenten también grandes dificultades para cumplir varias tareas a la vez. Y mucho menos contra el tiempo. "Eso les juega en contra, porque las empresas generalmente buscan trabajadores multitarea y en eso ellos no pueden cumplir", dice Macaya.

DIAS PERDIDOS Y DESPIDOS
Según un estudio de la OMS hecho a 7.000 trabajadores de 10 países, las personas con déficit atencional pierden en promedio -entre jornadas que no asisten y otras que pasan en una nube- 22 días de trabajo al año. Esto se debe a sus problemas para cumplir horarios y llegar a la hora al trabajo, a lo que se suma su afición por la procrastinación (acción o efecto de aplazar), que los lleva a postergar las acciones que no les gustan hasta el último segundo. Macaya dice que esto los lleva a perder más fácilmente sus empleos. Mientras en la población común hay una incidencia de un 23% de despidos, en los trabajadores con TDA la cifra se eleva a un 53%. Algo con lo que se siente representada Angela, quien con 30 años ya ha sido despedida tres veces. "Yo simplemente no puedo seguir instrucciones, me molesta", dice.

ARTISTAS, PERIODISTAS Y GERENTES
Según los especialistas, algunas carreras son más aptas para las personas con TDA. Las profesiones que más se repiten son periodistas, publicistas, desarrolladores, vendedores, creativos, artistas o personas dirigiendo equipos, como gerentes comerciales. "Son personas muy perceptivas y empáticas. Además, perciben muy bien los espacios, lo que los ayuda a desarrollarse en áreas como las comunicaciones y las artes", dice Ruedi. Por el contrario, no sería recomendable que asumieran tareas muy tediosas y rutinarias o de las que dependiera la seguridad de otras personas. Un descuido podría ser fatal.

CREATIVOS E INTELIGENTES
Pero no todas son dificultades. Una investigación de la U. de Memphis (EE.UU.) y de la U. de Michigan (EE.UU.) demostró que las personas con TDA presentan mejores índices en pruebas de creatividad y coeficiente intelectual. Según los autores, la incapacidad de focalizar la atención asegura una mezcla más diversa y enriquecida de pensamientos, pues son personas que filtran una gran cantidad de información proveniente de su entorno, al no poder ignorarla. "También son más perceptivos y empáticos, lo que los ayuda a ser compañeros y jefes queridos", dice Ruedi.

CUESTION DE MOTIVACION
Los especialistas concuerdan en que lo ideal es que los jefes entreguen un trato distinto a los trabajadores con TDA. Algunas medidas sencillas son reuniones cortas, instrucciones precisas, simplificarles la elaboración de informes, estar "encima" para conocer los progresos en sus labores, entregarles tareas en los que se sientan talentosos y motivados, y pedirles que se enfocan en las horas en que son más productivos durante el día. "Cuando los destinan a tareas en las que se sienten motivados destacan por sobre el resto", dice Ruedi.

MAS VERSATILES
Otra faceta por la que destacan las personas con TDA es su capacidad para ser buenos líderes, en especial en momentos de crisis. "Cuando las estructuras caen, ellos muestran un gran liderazgo", destaca Macaya. Esto responde a su mayor versatilidad y capacidad de improvisación. "Suelen destacar más donde deben liderar, hablar o motivar".

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