Congreso de Estados Unidos aprueba presupuesto para 2014 y 2015
La nuevas cuentas reducen significativamente los duros recortes automáticos en Defensa, que no querían los republicanos, y deja casi intactos programas sociales que los demócratas no querían ver afectados.
El Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de presupuestario hasta 2015, iniciativa que ya pasó por la Cámara de Representantes y a la que sólo le resta la ratificación por parte del presidente Barack Obama.
El presupuesto contó con los votos a favor de 64 senadores y la oposición de otros 36, lo que permite aprobar una ley que llevaba resistiéndose desde 2009 y aleja el temor de una nueva parálisis administrativa del Gobierno.
Obama tiene previsto firmar el presupuesto en cuestión de días para poner fin así a años de desacuerdos sobre política de ahorro y fiscal.
El acuerdo preliminar fue presentado a comienzos de mes por el congresista republicano Paul Ryan, presidente del Comité Presupuestario de la Cámara baja, y la senadora demócrata Patty Murray, y aprobado por la Cámara de Representantes la semana pasada.
El acuerdo se ha alcanzado al filo de las vacaciones del Congreso, que ya no tenía mucho más tiempo para cumplir los plazos y evitar un cierre administrativo en enero próximo como el que ocurrió en la primera mitad de octubre.
El acuerdo, permite cerrar las cuentas federales del año fiscal actual, que comenzó en octubre, y el que transcurre hasta finales de septiembre de 2015.
El plan contempla una reducción del déficit en 23.000 millones de dólares en un horizonte de diez años sin aumentar los impuestos y elimina 63.000 millones de los 85.000 millones de dólares en recortes automáticos en marcha desde marzo.
Obama debería ratificar un acuerdo del Congreso antes del 15 de enero para evitar un cierre administrativo, algo que con toda seguridad hará lo antes posible.
La nuevas cuentas reducen significativamente los duros recortes automáticos en Defensa, que no querían los republicanos, y deja casi intactos programas sociales que los demócratas no querían ver afectados.
Además, evita una subida de impuestos, a la que se oponían los republicanos en bloque, con más ingresos por medio de un aumento de tarifas de seguridad aeroportuaria y menores beneficios a funcionarios y veteranos.
El nivel de gasto discrecional se sitúa a medio camino entre lo que pedía los demócratas (1,058 billones) y los republicanos (967.000 millones), con 1,012 billones de dólares en el año fiscal 2014 y 1,014 billones de dólares en el ejercicio de 2015.
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