Corea del Norte conmemora el tercer aniversario de la muerte de Kim Jong-il

Minutos de silencio, concentraciones ciudadanas y sonidos de sirenas son algunas de las muestras de homenaje de Pyongyang hacia el "querido líder" que murió en 2011.




Corea del Norte celebra hoy entre concentraciones ciudadanas y sonidos de sirenas el tercer aniversario de la muerte del "querido líder", Kim Jong-il, según los medios estatales, que destacaron el ambiente "solemne" que reina en la capital, Pyongyang.

"Todos los miembros del partido, soldados y otros ciudadanos guardaron tres minutos de silencio en dirección al Palacio del Sol de Kumsusan, el templo sagrado donde descansa Kim Jong-il", padre del actual líder norcoreano, Kim Jong-un, indicó la agencia estatal KCNA.

Este homenaje, que tuvo lugar este mediodía local (3.00 GMT), incluyó también el toque de sirenas al unísono, además de sonidos de bocinas de vehículos y silbatos en "la atmósfera más solemne", según la fuente.

Por su parte, el joven Kim Jong-un, de unos 31 años de edad, presidió una ceremonia en Pyongyang arropado por miles de oficiales del Partido de los Trabajadores y el Ejército, según imágenes en diferido ofrecidas por la televisión estatal KCTV.

La KCTV también mostró a cientos de personas en la capital guardando silencio en homenaje al fallecido líder y depositando flores a los pies de su gran estatua de bronce en pleno centro de la ciudad.

Un sonriente Kim Jong-il ilustraba hoy la portada del diario Rodong, del Partido de los Trabajadores, junto a un amplio editorial para elogiar los logros políticos y militares de quien gobernó el país con mano de hierro desde 1994 hasta su muerte en diciembre de 2011.

Al margen de la ceremonia, la KCTV ha emitido casi exclusivamente programación dedicada al fallecido dictador además de consignas de fidelidad a su hijo. Se espera que el mariscal visite hoy el Palacio de Kumsusan en Pyongyang para rendir homenaje al cuerpo embalsamado de su padre.

Algunos expertos en Corea del Sur creen que el tercer aniversario de la muerte de Kim Jong-il podría ser el punto de partida de cambios en el país, ya que la tradición confucionista coreana contempla tres años como el período de luto en el que todo hijo debe cumplir a rajatabla sus obligaciones filiales con el padre fallecido.

En este sentido se interpreta que Kim Jong-un, quien de momento ha aplicado estrictamente la política "songun" de prioridad militar instaurada por su progenitor, podría tener desde ahora más libertad para poner en práctica nuevas estrategias.

En 2013, las élites de Pyongyang celebraron el II aniversario de la muerte del "querido líder" con un acto político en el principal pabellón deportivo de la capital, lo que contrastó con el gran desfile que tuvo lugar en 2012.

Mientras, en el exterior organizaciones de derechos humanos han recordado el lado oscuro de la dictadura del "querido líder".

"Kim Jong-il debe ser recordado por liderar crímenes sistemáticos contra la Humanidad en contra de su propio pueblo, incluyendo una hambruna catastrófica", apuntó en un comunicado Human Rights Watch, en relación a la "Ardua Marcha" de los 90 que, según estimaciones, ocasionó entre 500.000 y 2 millones de muertos por inanición.

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