Crece demanda rusa por alimentos chilenos tras conflicto con UE y EE.UU.

BDP, la filial de la SNA que opera en Rusia, ha visto un alza significativa en la demanda. El salmón y las manzanas podrían ser los más beneficiados en lo inmediato.




La demanda de los supermercados rusos por alimentos chilenos, tras la prohibición de importar desde Estados Unidos (EE.UU.) y la Unión Europea (UE) ya comenzó a notarse entre los productores locales.

Diego Vicente, gerente general de BDP, la plataforma creada por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) para el desarrollo de negocios en Rusia, asegura que en los últimos días no ha parado de responder correos de sus clientes rusos.

El salmón es uno de los productos más requeridos y ya se acordó al menos una operación importante, que contemplaría el envío de 10 contenedores. También las manzanas tienen oportunidad, ya que todavía hay  stock disponible.

BDP fue creada en 2008 por la SNA, en su origen con financiamiento Corfo. Desde entonces ha generado negocios por US$ 70 millones y hoy se autofinancia. "Somos una oficina comercial externalizada", explica Vicente. La cartera de productos es amplia: fruta fresca, deshidratada, salmón, vino y aceite de oliva, entre otros alimentos.

"Rusia es un mercado atractivo, de 149 millones de personas, con una clase media creciente, que quería y podía pagar alimentos de mayor calidad", explica. Además, por factores sobre todo climáticos, no tienen una producción de alimentos, con excepción de los cereales, que les permita autoabastecerse.

Pero, advierte Vicente, tienen ciertas particularidades más allá del idioma. Son desconfiados y sus empresas son reacias a entregar información financiera, lo que dificulta conseguir seguros de crédito. Por eso, desde BDP comenzaron por construir confianzas y trabajar en mecanismos de aseguramiento de pagos.

Esa confianza es la que está dando frutos ahora: cuando los supermercados se encontraron sin acceso a proveedores habituales, recurrieron al que ya conocían.

Con todo, en BDP están analizando con cuidado las solicitudes. Aunque el interés y la capacidad de respuesta existen, también hay un riesgo de que la prohibición de importar alimentos se levante mientras los productos van en tránsito y al llegar a destino, la sobreoferta haga bajar los precios. Y las autoridades rusas no han ofrecido condiciones especiales en cuanto a aranceles o exigencias sanitarias. Pero al mismo tiempo, es una oportunidad de poner los productos chilenos en vitrina, dice.

En BDP representan a empresas muy grandes, como Agrosuper, Copefrut y Subsole, pero también a otras de menor tamaño, que no podrían llegar solas a un mercado como el ruso.

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