Crisis militar en Brasil por Comisión de la Verdad

<p>Lula se comprometió a modificar algunas medidas de su Programa de Derechos Humanos para superar el conflicto.</p>




El ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, y los comandantes de las tres Fuerzas Armadas amenazaron con renunciar la semana pasada, en protesta por la creación de una "Comisión de la Verdad" para investigar violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar entre 1964-1985.

Según aseguraron hoy los diarios brasileños O Globo y O Estado de Sao Paulo, los pedidos de renuncia fueron presentados el 22 de diciembre último, un día después de la presentación del proyecto, y fueron rechazados por el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

De acuerdo con las versiones periodísticas, los militares consideraron los términos de la comisión  "revanchistas y provocadores", ya que prevén hasta el cambio del nombre de calles y edificaciones bautizadas en homenaje a oficiales del régimen militar.

El presidente brasileño se comprometió a modificar algunas medidas de su Programa de Derechos Humanos para superar la crisis causada por la decisión de los máximos comandantes, informó la prensa brasileña.

La creación de la Comisión Nacional de la Verdad forma parte del III Programa Nacional de Derechos Humanos, lanzado por Lula para identificar a los responsables de las torturas a casi 20.000 personas y del asesinato de unos 400 opositores políticos durante el régimen militar.

La propuesta incluye una referencia a la posibilidad de anular las leyes remanentes del período 1964-1985 que sean contrarias a la garantía de los derechos humanos.

Según el ministro jefe de la Secretaría Nacional de Derechos Humanos, Paulo Vannuchi, existe la posibilidad de encausar penalmente a los responsables de violaciones de los derechos humanos, en caso de que el Supremo Tribunal Federal (STF) acepte el argumento que ese tipo de delito no están protegidos por la Ley de Amnistía, dictada en 1979 por el último presidente del régimen militar, el general Joao Figueiredo.

Según O Estado de Sao Paulo, al negarse a aceptar las renuncias de Jobim y de los comandantes del Ejército, Marina y Aeronáutica, Lula prometió solucionar "políticamente" el tema, y pidió al ministro de Defensa que asegure a los militares que su gobierno no será "portavoz de medidas que revoquen la Ley de Amnistía".

La promesa del mandatario logró calmar los ánimos, pero no disipó totalmente la tensión en los medios castrenses.

Pese a que ningún portavoz oficial ha confirmado la crisis, noticias sobre el malestar entre las Fuerzas Armadas y las renuncias de los altos mandos militares también fueron publicadas hoy por los diarios Folha de Sao Paulo y O Estado de Sao Paulo.

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