De la Rúa desafía a jueces y asegura que no teme ir preso por corrupción

El tribunal resolvió ayer que el pago de sobornos en el Senado para aprobar una reforma laboral "fue un acto del Gobierno liderado por Fernando de la Rúa como presidente".




El ex Presidente argentino Fernando de la Rúa dijo hoy que no teme "en lo más mínimo" ir preso por la causa que se le sigue por presunta participación en el pago de sobornos a senadores durante su Gobierno, que quedó a un paso de ser elevada a juicio oral y público.

Al regresar de un viaje a Francia, el ex gobernante (1999-2001) acusó de "falta de coraje" a los jueces de la Cámara Federal de Apelaciones que ayer confirmaron su procesamiento en el expediente y reiteró que la causa en su contra es "inventada".

"Me sorprende el fallo. Creo que hay falta de coraje de los jueces para decidir lo que corresponde", indicó en declaraciones a los periodistas en el aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires.

"Si los jueces tienen miedo, ningún ciudadano puede estar tranquilo", matizó antes de insistir en que su procesamiento es "arbitrario".

Con su resolución de ayer, la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el fallo dictado en febrero del año pasado por el juez Daniel Rafecas.

El tribunal consideró en su resolución que el pago de sobornos en el Senado en el año 2000 para aprobar una reforma laboral "fue un acto del Gobierno liderado por Fernando de la Rúa como presidente", quien renunció a ese cargo en diciembre de 2001 en medio de una profunda crisis social y económica en el país.

Sostuvo que el ex mandatario tuvo "el manejo causal de toda la operación que concluyó en el pago del soborno" y "no fue ajeno a la maniobra".

En noviembre de 2007, el por entonces secretario parlamentario Mario Pontaquarto, que destapó el escándalo, confirmó en un careo judicial con de La Rúa que el ex mandatario dio el visto bueno al pago de sobornos a senadores para que aprobaran la ley.

El juez Rafecas ya elevó a juicio oral la causa contra nueve ex senadores y ex funcionarios del Gobierno de De la Rúa, también acusados de haber recibido los sobornos.

Los que ya estaban procesados son los ex senadores del Partido Justicialista (PJ, peronista) Emilio Cantarero, Alberto Tell, Augusto Alasino, Ricardo Branda y Remo Costanzo, así como al radical José Genoud.

También están procesados el ex titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE, servicio secreto) Fernando de Santibáñez y el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique, así como también Pontaquarto, que confesó haber llevado en un maletín el dinero de los sobornos.

De acuerdo con la acusación del fiscal del caso, los entonces senadores peronistas recibieron en total 4,3 millones de pesos (por entonces igual suma en dólares) "para que a través de su apoyo se lograra la sanción del proyecto de ley que resultó aprobado por la Cámara Alta el 26 de abril de 2000".

El "arrepentido" Pontaquarto aseguró que el 18 de abril de 2000 él mismo retiró de la sede de la SIDE cinco millones de dólares y los repartió entre los senadores con el visto bueno de Fernando de la Rúa, que buscaba la aprobación de la reforma laboral.

A raíz de las denuncias de sobornos, en octubre de 2000 dimitió el entonces vicepresidente de Argentina y presidente del Senado, Carlos Álvarez, lo que debilitó la Alianza encabezada por De la Rúa, quien admitió el año pasado que su libertad "está en riesgo" a raíz de esta causa.

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