De vuelta al trabajo (después de criar)




Fue a dejar a sus gemelas de tres años a su primer día de jardín infantil y apenas regresó a su departamento, en Las Condes, se conectó a internet y empezó a ver anuncios de empleos. Francisca (36), ingeniera comercial con dos magíster en el cuerpo, había dejado en pausa su carrera desde el instante en que supo que estaba embarazada.

Así lo había planificado con su marido: casarse, trabajar durante un buen tiempo y detenerse para criar a sus hijos. No sólo el tiempo que durara el postnatal: la idea era que Francisca se quedara al menos dos años en la casa, dedicada cien por ciento a la crianza de sus niñitas y sólo después de eso, volver a trabajar. "Después de esperar tanto tiempo para ser mamá, quería estar con mis hijas la mayor cantidad de tiempo posible. Sentía que ya había invertido suficiente en lo profesional y que tenía que hacer lo mismo a la hora de ser mamá", explica ella.

Un fenómeno que es pan de todos los días en los países desarrollados y que en Chile recién comienza a darse, aunque en sectores socioeconómicos altos. "Para la mayoría de las mujeres, la opción de quedarse en la casa para cuidar a sus hijos no es una vía aún: las chilenas pretenden desarrollarse profesionalmente y, además, la mayoría de las familias necesitan que ambos padres trabajen para sustentarse económicamente. Esto pasa en sectores altos, que pueden darse el permiso de una pausa en su vida laboral por invertir mayor tiempo en la crianza", explica la directora de la Dirección del Trabajo, Patricia Silva.

Por eso esta situación es privilegio de sólo ciertos sectores. "En ellos, las mujeres, la mayoría de ellas profesionales, le han empezado a dar mayor valor a la maternidad. Son mujeres que tienen un mejor acceso a la información, saben de las virtudes del apego materno en los seis primeros años de vida, gracias a los aportes de la neurociencia y, además, se han ordenado económicamente antes de ser mamás. Eso les permite tomar una decisión pensada de quedarse más tiempo en casa con los hijos. Es una opción económica también: implica pensar que el tiempo invertido en ellos, los hará, a la larga, niños más estimulados y felices", explica María Fernanda Villegas, abogada y ex asesora del Servicio Nacional de la Mujer.

En Chile, aún no hay estadísticas que cuantifiquen estas nuevas madres. Sin embargo, la maternidad sí está establecida como una de las principales variables por las cuales las mujeres abandonan el mercado laboral: el 75% de la fuerza laboral femenina corresponde a mujeres sin hijos. Y las mujeres con más hijos, menos participación laboral tienen. En Estados Unidos, según la académica de la U. de MaryMount Manhattan Collage y autora del libro La Nueva Esposa, Susan Shapiro, las nuevas madres profesionales son muy diferentes a las de antaño: si las mujeres de los 90 atrasaban la maternidad y el matrimonio en pos de su carrera profesional, las nuevas madres se casan antes, pasan más tiempo con los hijos y después retornan al mercado laboral. Claro que la tarea de volver a las pistas no es fácil, y les resulta más difícil que a cualquier otro grupo en búsqueda de empleo.

En Chile también sucede lo mismo. Francisca tardó ocho meses en reincorporarse al mercado laboral. Ocho meses en los que descubrió que detenerse un par de años, para ser dueña de casa y mamá, puede tener un alto precio después.

LOS ESCOLLOS
A las dos semanas de haber empezado a buscar trabajo, Francisca estaba sentada frente a un posible futuro jefe en una entrevista laboral. Había quedado en la terna final de seleccionadas para el puesto. Hasta que el gerente de la empresa le preguntó: "En tu currículum no aparece el trabajo de los últimos años, ¿por qué?". "Porque fui mamá y estuve en mi casa, dedicada a mis niñitas", le contestó Francisca. A los pocos días le avisaron que no había calificado para el puesto. La misma escena se repitió en varias entrevistas después.

"Esas profesionales no parten del mismo punto en que quedaron cuando dejaron de trabajar: en general, las empresas piden los últimos tres o dos años de experiencia laboral, y si en ese tiempo estuviste en tu casa, pierdes valor ante el empleador, aunque antes hayas sido una excelente profesional", dice Villegas.

En un tiempo prolongado de pausa laboral se pierden muchos factores claves para los empleadores: sus redes de contactos, estar desenchufada con las últimas novedades de la empresa o del sector productivo -algo especialmente grave en áreas como alta tecnología. A lo que se le suma lo que el libro The Comeback, de Emma Keller, identifica como el principal escollo femenino a la hora de volver a trabajar: la inseguridad y el aislamiento. "Antes que te des cuenta, se han pasado tres años, has engordado y la gente que te toca al lado en una comida comienza a preguntarte qué opina tu marido sobre los temas", relata con humor.

"Cuando has estado fuera del mercado por un largo periodo, al volver a buscar trabajo te sientes inseguro, en desventaja frente a los que llevan años continuados en el sector", reconoce Huberto Berg, consultor laboral de Berg Consultores. "En ese caso, los empleadores saben que el reentrenamiento de esa trabajadora será más complejo que el de un profesional recién salido de la universidad y, por lo tanto, pueden ofrecerle menores remuneraciones", explica la asesora laboral María Fernanda Villegas.

Aunque Francisca encontró trabajo en la misma área que se había desempeñado antes de ser madre, tuvo que aceptar un poco menos de la mitad de lo que ganaba antes. "Sabía que iba a ser duro y estaba dispuesta a empezar desde más abajo. Confío en que a medida que pase el tiempo y aporte en la empresa, podré ir ascendiendo en cargos y así, aumentar mis ingresos", dice ella.

NUEVAS OPCIONES
Pero no todo es negro para las mujeres que vuelven después de la crianza. Tener la tarea de la maternidad cumplida puede ser una ventaja. "Una mujer que ya tuvo hijos, los crió hasta cierta edad y no quiere tener más niños, puede ser atractiva para el empleador: no necesitará pre y post natal y tendrá mayor disponibilidad que una trabajadora joven que pretende ser mamá", explica Huberto Berg.

La pausa, a veces, también ayuda a las mujeres a repensar y planificar lo que verdaderamente quieren para su desarrollo profesional. Muchas profesionales que han tenido ese tiempo y valoran la maternidad, no regresan a las mismas áreas laborales en las que se habían desempeñado. Algunas aprovechan para montar sus propios negocios relacionados con su profesión o de incursionar en otro tipo de rubros donde están más dispuestas a partir desde cero.

Eso fue lo que hizo Gabriela, diseñadora gráfica (38). Después de haber trabajado durante ocho años en agencias de publicidad, se quedó durante cinco años en casa para tener y cuidar a sus dos hijos, ahora de 4 y 3 años. "Nunca quise volver a intentarlo en el área donde trabajaba antes: era agotador y con dos hijos, preferí montar mi propio negocio, algo que pensé durante todo el tiempo que estuve con ellos", explica. Ahora trabaja desde su casa, mientras sus hijos van al colegio, y ha vuelto a estudiar, aunque ahora, un diplomado de negocios que la ayude en esta nueva faceta profesional que eligió. "Quedarme en casa fue una de las buenas decisiones que he tomado. No me siento menos profesional ni capaz que otras diseñadoras por eso. Ser mamá y estar con tus hijos, es una opción que también a ti, te enriquece".

CÓMO PREPARARSE PARA EL RETORNO:
Mantenerse actualizada profesionalmente: leer e informarse acerca de lo que pasa en el sector donde se desempeña, revisar las novedades de la empresa o del área laboral, hacer algunos trabajos part time desde la casa que la mantengan vigente, estudiar los avances del negocio y ojalá hacer un curso o diplomado previo a la segunda búsqueda de trabajo.

Mantener los contactos del trabajo: no perder de vista a antiguos compañeros de trabajo y mantener con ellos, al menos, una relación a nivel social. Esas redes permiten estar actualizado sobre su área laboral y ayuda a reintegrarse al mercado a través de sus datos y contactos para nuevos cupos de trabajo.

Planificar el retorno de antemano: que el entorno cercano -marido y familiares- sepan de antemano que, luego de la pausa, usted volverá al trabajo. Eso permitirá que otros miembros del círculo cercano también se vinculen en la crianza y luego, el cambio no sea tan brusco para los hijos ni para la madre, que contará con una red de apoyo.

Destacar los logros profesionales del pasado: para contrapesar la discontinuidad laboral, se pueden destacar los méritos, estudios y cargos desempeñados en el pasado como profesional. Esto ayuda a los empleadores a conocer sus competencias.

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