Denuncias de espionaje causan división entre Londres y Berlín
El premier británico defendió las prácticas de los servicios de inteligencia. No puede ser que nos tengamos que preocupar de que nuestros aliados nos espíen, dijo Merkel.
Pese a que la firma del primer ministro británico se encuentra estampada en la declaración en la que los líderes de la Unión Europea expresan su "profunda preocupación" por las prácticas de los servicios de espionaje estadounidenses y aunque no se manifestó en contra durante las discusiones sobre el tema ayer en Bruselas, adoptando lo que la canciller alemana, Angela Merkel, calificó como un "silencio que otorga consentimiento". Igualmente, David Cameron se distanció ayer de sus socios europeos al defender las operaciones de las agencias de vigilancia. "Tenemos servicios de inteligencia y los vamos a mantener. Criticaré a los que publican su trabajo porque eso ayuda a nuestros enemigos. Así de simple", dijo el premier durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, celebrada en Bruselas. "El señor Snowden (el analista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) que reveló las escuchas) y algunos diarios que lo publican van a hacer mucho más difícil mantener a nuestros países y a nuestra gente a salvo", añadió.
Las palabras de Cameron -cuyas comunicaciones no han sido intervenidas por EE.UU., según informó la Casa Blanca a la BBC- se contraponen a la interpretación del caso que realizaron la mayoría de los líderes europeos. "Hemos enterrado juntos a nuestros soldados en Afganistán. No puede ser que nos tengamos que preocupar de que nuestros aliados nos espíen", dijo ayer la canciller alemana, Angela Merkel. "No se puede permitir", señaló el Presidente francés, François Hollande.
Esta semana se reveló que agentes de la NSA intervinieron uno de los teléfonos celulares de la canciller de Alemania, Angela Merkel, y que esa misma agencia monitoreó millones de llamadas de teléfono en Francia. Según el diario británico The Guardian, Merkel no ha sido la única líder cuyas llamadas han sido escuchadas, pues en total le habría sucedido a 35 mandatarios en todo el mundo. Además, se conoció que las agencias de inteligencia de EE.UU. y Reino Unido realizaron tareas de espionaje en Italia. Es por eso que unos molestos líderes europeos dijeron que la falta de confianza podría perjudicar la cooperación en la recolección de información de inteligencia.
Sin embargo, pese a este enojo, el acuerdo entre Francia y Alemania para conversar con Estados Unidos fue el único resultado tangible de la cumbre respecto de este tema. No se trata de una acción coordinada, sino de conversaciones bilaterales París-Washington y Washington-Berlín, para encontrar, antes de final de año, un entendimiento sobre las relaciones a nivel de servicios secretos con Estados Unidos. La iniciativa estará, eso sí, abierta al resto de países de la UE, aunque por el momento prácticamente ninguno se mostró dispuesto a unirse a ella. Además, el Parlamento Europeo (PE) anunció ayer que nueve eurodiputados estarán el lunes en Washington, para recoger información sobre el supuesto espionaje electrónico de la NSA a ciudadanos europeos.
En tanto, el diario The Washington Post reveló que EE.UU. está informando a los servicios de inteligencia extranjeros sobre la posibilidad de que el ex analista de la CIA Edward Snowden revele operaciones de espionaje conjuntas delicadas. El diario señala que el proceso de avisos es muy complejo, ya que puede sacar a la luz la existencia de una cooperación en materia de espionaje con países que no son tradicionales aliados de EE.UU. o con departamentos de un gobierno extranjero sin el conocimiento de otras autoridades de ese mismo país.
Snowden tiene en su poder 30.000 documentos de la red de inteligencia estadounidense. Como ejemplo, The Washington Post indica que existen programas de inteligencia contra Irán, Rusia o China, en la que los países colaboradores no son conocidos públicamente como aliados de Estados Unidos.
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