Destruyen 82,8 millones de cigarrillos decomisados en México

Autoridades mexicanas decomisaron más de 82,8 millones de cigarrillos en el noroccidental puerto de Mazatlán, considerado "el golpe más fuerte contra el contrabando de este producto" en la historia del país, informaron hoy fuentes oficiales.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó en un comunicado que ya está llevando a cabo la destrucción de los cigarros decomisados a través de la Aduana de Mazatlán, en el estado de Sinaloa.

"Los cigarrillos, que venían en ocho contenedores, no cumplieron con las regulaciones y restricciones no arancelarias aplicables y por tratarse de mercancía de comercio exterior no transferible al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, se procedió a su destrucción", indicó el comunicado.

Precisó que el proceso de destrucción comenzó el 23 de julio y terminará el 1 de agosto de 2012 y se cuenta con el apoyo de elementos de la Secretaría de Marina, la Procuraduría General de la República y autoridades sanitarias.

El texto señaló que, de acuerdo con expertos de la industria tabacalera, este es el decomiso más grande de cigarrillos en la historia de México "y nos ubica entre los cuatro primeros países del mundo en el presente ejercicio" fiscal.

Por su parte, el secretario (ministro) de Salud, Salomón Chertorivski dijo en conferencia de prensa en Ciudad de México que el de Mazatlán es "el golpe más fuerte contra el contrabando de este producto, y definitivamente redunda en evitar riesgos sanitarios para los mexicanos".

El titular de la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios, Mikel Arriola, declaró en la misma rueda de prensa que en los últimos dos meses se ubicaron e identificaron los contenedores en que venía el contrabando y añadió que "básicamente China e India" son los países de origen.

Refirió que en 2010 la dependencia a su cargo reportó la incautación de 40 millones de cigarrillos, en 2011 se decomisaron 33 millones, y en los últimos dos meses fueron asegurados 70 millones, que se le suman los 80 millones de Mazatlán.

El funcionario subrayó que con el decomiso no sólo se evitaron daños económicos contra el tesoro mexicano y los comerciantes legítimos, sino perjuicios a la salud a los consumidores, ya que "no se sabe quién hace (los cigarros de contrabando), ni dónde se hacen, ni qué sustancias se utilizan" en su fabricación.