Discurso intransigente tras venta de bonos argentinos hace desvanecer probabilidades de acuerdo

El ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que Argentina no está desesperada por dólares y que no pagará comisiones a los bancos para atraer una mayor demanda.




Argentina insiste en que tiene abundancia de dólares a pesar de que la primera venta de bonos desde su impago de julio fracasó, lo cual indica a los tenedores de bonos que el país considera que hay escasos incentivos para resolver la disputa que mantiene con acreedores holdout.

Si bien el gobierno obtuvo sólo el 9% de su objetivo de US$3.000 millones en una oferta de pagarés a 10 años de la semana pasada, el ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo que Argentina no está desesperada por dólares, que no pagará comisiones a los bancos para atraer una mayor demanda y que no ve motivos para negociar con los acreedores holdout que encabeza el multimillonario Paul Singer cuando expire una cláusula clave de los bonos el 31 de diciembre.

El desafío llega en momentos en que el país enfrenta el año próximo obligaciones de deuda equivalente a alrededor del 40 por ciento de sus reservas en moneda extranjera y carece de acceso a los mercados internacionales de crédito como consecuencia de deudas pendientes de su impago de 2001. Declina el optimismo respecto de que el conflicto legal, que impide a Argentina pagar su deuda externa, se resolverá antes de la asunción del próximo gobierno en diciembre de 2015.

"Lo más probable es que Argentina proponga algo a todos los holdouts, pero que no negocie", dijo Ben Patch, un estratega de crédito de mercados emergentes de Mitsubishi UFJ Securities USA Inc. "La oferta seguramente va a ser algo muy parecido al canje de 2010, y la postura será la de 'acepten o esperen hasta el próximo gobierno'. Ese es su estilo."

El gobierno ofreció recomprar US$6.700 millones de pagarés Boden 2015 con vencimiento en octubre o canjear os bonos por valores con vencimiento en 2024. Argentina sólo recompró US$185 millones y se canjearon apenas US$377 millones de bonos.

Luego de un impago récord de US$95.000 millones en 2001, Argentina reestructuró alrededor del 93% de su deuda en 2005 y 2010, instancias en que impuso a los acreedores pérdidas del 70%. Algunos tenedores de bonos rechazaron los términos y presentaron demandas ante la justicia de los Estados Unidos. Singer, que dirige Elliott Management, que tiene sede en Nueva York y administra unos US$31.000 millones, obtuvo un fallo de pago completo.

A los efectos de obligar a Argentina a pagar a los holdouts, el juez de distrito estadounidense Thomas Griesa bloquea los pagos de intereses de bonos regidos por leyes extranjeras, lo que se tradujo en un segundo impago en julio. Griesa ha instado a todas las partes a encontrar una solución negociada.

Kicilloff, el ministro de Economía que se reunió con los holdouts en Nueva York en julio, dijo que dependerá de los acreedores reducir sus demandas una vez que expire la cláusula RUFO.

Argentina "no es el país que se va a arrastrar por el desierto buscando el último dólar", dijo en una entrevista radial.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que llama "fondos buitre" a los acreedores holdout, dijo que éstos van perdiendo la batalla. "Estos buitres están perdiendo algunas plumas", dijo Fernández el 13 de diciembre en un discurso en Buenos Aires.

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