Economía creció 2,2% el tercer trimestre impulsada por minería
Como contrapartida se anotó una contracción de la actividad construcción, que registró la mayor incidencia negativa, y la inversión retrocedió 2,3%.
La actividad económica registró un crecimiento de 2,2% el tercer trimestre con respecto al mismo período del año anterior, tras subir 0,1% y 1% en los primeros dos cuartos del año, respectivamente, informó este lunes el Banco Central.
Con este resultado la economía registró su mejor desempeño desde el primer trimestre de 2016 y acumuló una expansión de 1,1% en lo que va de 2017.
En términos desestacionalizados, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un
incremento de 1,5% con respecto al trimestre previo.
El efecto calendario resultó igual a un efecto negativo de 0,2 puntos porcentuales, tras registrarse dos días hábiles menos que en igual período de 2016.
Desde la perspectiva del origen, el resultado fue liderado por la actividad minera, seguida de servicios personales y comercio. Dichos efectos fueron aminorados principalmente por la contracción de la actividad construcción, que registró la mayor incidencia negativa.
En tanto desde la perspectiva del gasto, el PIB fue impulsado por la demanda interna, efecto que fue en parte compensado por la caída de las exportaciones netas.
El gasto interno aumentó 2,5%, liderado por el consumo; aunque en forma marginal, la inversión también contribuyó al resultado. El consumo fue impulsado tanto por el gasto de los hogares como de gobierno, predominando el primero en términos de incidencia.
Por su parte, el resultado de la inversión, que cayó 2,3%, reflejó una mayor acumulación de inventarios y formación bruta de capital fijo (FBCF) en maquinaria y equipos; lo anterior fue en parte compensado por menor gasto en construcción y otras obras.
En cuanto al comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones e importaciones crecieron. Las primeras fueron lideradas por el componente de bienes, en particular de productos manufacturados y concentrado de cobre y plata. Asimismo, el incremento de las importaciones se explicó principalmente por el aumento de las internaciones de bienes de consumo e inversión, cuyo efecto fue en parte compensado por la caída del componente servicios.
El ingreso nacional bruto disponible real aumentó 3,8%, impulsado por el efecto favorable de los términos de intercambio, que más que compensó el incremento en las rentas pagadas al exterior.
El ahorro bruto total ascendió a 22% del PIB en términos nominales, compuesto por una tasa de ahorro nacional de 19,7% del PIB y un ahorro externo de 2,2% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos.
Por otra parte, en línea con la política de revisiones de las cuentas nacionales, la tasa de crecimiento del PIB se mantuvo en 0,1% en el primer trimestre del año y aumentó de 0,9% a 1% en el segundo trimestre.
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