El científico argentino que quiso vender secretos nucleares de EE.UU. a Venezuela

Pedro Leonardo Mascheroni prometió producir 40 armas nucleares para Venezuela y diseñar una bomba que tuviera como blanco Nueva York. Creyó estar hablando con un representante venezolano, pero su interlocutor era un agente del FBI.




"Dinero y poder" era lo que el Pedro Leonardo Mascheroni buscaba.

A cambio, el argentino de 79 años prometió construir 40 armas nucleares para Venezuela y diseñar una bomba que tuviera como blanco Nueva York, según grabaciones secretas del FBI dadas a conocer el miércoles.

Lo que no sabía al realizar su oferta era que su interlocutor no era un representante del gobierno venezolano, sino agentes encubiertos de inteligencia estadounidense.

De hecho, el gobierno estadounidense aclaró que Venezuela no estaba intentando acceder a secretos nucleares de Estados Unidos.

Mascheroni fue sentenciado el miércoles a cinco años de prisión seguidos de tres de supervisión.

En agosto de 2014, su esposa también había sido sentenciada a un año y un día de prisión por conspirar junto a él para vender secretos nucleares.

Sentado en una mesa y sin saber que estaba siendo grabado, Mascheroni rompe el hielo con su interlocutor. "Eres un representante del gobierno de Venezuela, ¿no?", le pregunta.

Según documentos presentados ante la corte de Albuquerque, Nuevo México, Mascheroni le dijo a los agentes que podía ayudar a desarrollar una bomba nuclear para Venezuela en 10 años.

Además, les dijo que el país podía desarrollar un reactor nuclear secreto, bajo tierra, para producir y enriquecer plutonio.

Rico y poderoso

Mascheroni, quien nació en Argentina, pero es ciudadano estadounidense, compartió la supuesta negociación secreta con su mujer, Marjorie.

"Esto es muy peligroso. Y lo hago por dinero", se escucha a Mascheroni en una grabación.

"Voy a ser el jefe, con dinero y poder", le dijo Mascheroni a su esposa, según las grabaciones dadas a conocer en tribunales el miércoles.

El científico, exmiembro del Laboratorio Nacional Los Alamos, en Nuevo México, le dijo a los supuestos venezolanos que las bombas servirían para prevenir una potencial invasión de EE.UU. a Venezuela.

La bomba ofrecida para atacar Nueva York no era para matar gente, sino para desarticular el sistema eléctrico de la ciudad.

Una vez construida, los supuestos venezolanos debían detonarla, para "mostrarle al mundo lo que tenemos", dijo Mascheroni, según las conversaciones mostradas en la corte de Albuquerque el miércoles.

Sin arrepentimiento

Ni los agentes ni la corte comprobaron cuán fehacientes o realistas eran los planes de Mascheroni.

Lo que sí dijo el fiscal Fred Federici es que el científico, quien se declaró culpable, no mostraba arrepentimiento ni encontraba que hizo algo malo.

"No es un héroe (…) simplemente es un hombre que traicionó a su país", aseguró el fiscal.

Mascheroni negó la conspiración.

El científico se defendió durante el proceso argumentando que era víctima de una maquinación del gobierno federal en su contra por haber criticado públicamente la política nuclear de Estados Unidos.

Según el científico, la información que les proveyó a los agentes se podía encontrar disponible en internet. Y lo que no, lo había inventado.

"Estaba vendiendo ciencia ficción", dijo en su turno de hablar ante el juez de distrito, William P Johnson.

Según el acusado, si el caso hubiese ido a juicio, un jurado federal lo habría absuelto.

En una entrevista previa con la agencia de noticias AP, Mascheroni dijo que el gobierno de EE.UU. lo tenía erróneamente en la mira como un espía y negó las acusaciones.

Investigación

Teléfonos celulares, libros, computadores, fotografías y cartas. El FBI requisó de todo durante la investigación a la que sometieron a la pareja, radicada en Los Alamos.

Mascheroni trabajó en la división de diseño de armas nucleares en el laboratorio de Los Alamos por casi 10 años en la década de los 1980s.

Su esposa también trabajó allí, desde 1981 a 2010.

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