El misterio del convoy hacia Ucrania: ¿ayuda rusa o caballo de Troya?
La fila de tres km de largo con casi 300 camiones rusos que viajan rumbo a la frontera con Ucrania ha generado sospechas sobre sus intenciones.
¿Ayuda rusa o un caballo de Troya? La fila de tres kilómetros de largo con casi 300 camiones que viajan rumbo a la frontera con Ucrania con lo que, según Moscú, es ayuda humanitaria ha generado sospechas, dado el apoyo de Rusia a los rebeldes que se enfrentan al gobierno ucraniano y a la falta de una verificación independiente e internacional de la carga, y suma un nuevo capítulo en el conflicto entre ambos países.
El convoy salió desde Moscú el martes y se espera que llegue este miércoles a la frontera con Ucrania, pero hay incertidumbre sobre qué hay en realidad en los camiones y cómo se hará la entrega, en medio de temores de que Rusia podría utilizar el envío como para pretexto para una acción militar en Ucrania.
"El hecho de que haya tantos mensajes poco claros de ambos lados muestra que Rusia no terminó de coordinar el envío con Ucrania y plantea la pregunta de si no está usando el convoy para distraer la atención de que los separatistas están bajo un inmensa presión de las fuerzas ucranianas", explica Famil Ismailov, editor del servicio ruso de la BBC.
Moscú asegura que la ayuda está destinada a aliviar la situación de la ciudad ucraniana de Lugansk, controlada por los rebeldes y ahora bajo asedio del gobierno, donde la situación es "crítica", de acuerdo al Comité Internacional de la Cruz Roja.
"Se informa de miles de personas sin acceso a agua, electricidad, ni asistencia médica", asegura la organización.
Antes de que estallara el conflicto en el este de Ucrania en abril, la ciudad –próxima a la frontera con Rusia– tenía una población de 425.000 habitantes.
Muchos han buscado refugio en otras partes del país o en Rusia y, de acuerdo a las autoridades locales, quedan unas 250.000 personas.
El concejo municipal dijo el 11 de agosto que los que quedaban llevaban nueve días en "aislamiento total": las líneas telefónicas no funcionan, las tiendas están cerradas, los funcionarios municipales no cobran sus salarios, no llegan los envíos de combustible ni se recoge la basura y la temperatura supera los 30 grados Celsius.
¿QUÉ LLEVA EL CONVOY?
De acuerdo a las autoridades rusas, el convoy lleva 2.000 toneladas de ayuda, que debería ser recibida por la Cruz Roja en la frontera con Ucrania.
"Nuestros camiones no cruzarán la frontera, la carga será transferida", le aseguraron a la BBC desde el Ministerio de Emergencias en Moscú.
"Pero no sabemos todavía cómo ocurrirá. No nos corresponde decidirlo a nosotros, sino principalmente a la Cruz Roja. Actualmente sólo estamos acompañando a la carga".
La ayuda, de acuerdo al gobierno regional de Moscú, fue donada por "moscovitas y residentes de la región de Moscú".
Las imágenes de la carga en los camiones fueron transmitidas por la televisión rusa.
Según fuentes oficiales, la carga incluye 400 toneladas de cereales, 100 toneladas de azúcar, 62 toneladas de alimento para bebés, 54 toneladas de medicamentos e insumos médicos, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores de electricidad.
Eso es lo que dice Rusia, porque la Cruz Roja indicó que había alcanzado un acuerdo general sobre la entrega de ayuda a la región, pero aclaró "no tener información sobre el contenido" ni saber hacia dónde se dirigía.
"Hay muchas cuestiones técnicas pendientes de resolver. Hemos recibido una descripción general del convoy, pero necesitamos información más precisa sobre lo que llevan esos camiones", señaló un vocero este miércoles.
La organización había aceptado distribuir la ayuda rusa si recibían los detalles completos de antemano y aclaró que no aceptaría una escolta armada.
¿UNA EXCUSA?
La acción rusa provocó sospechas en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuyo secretario general, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que veía una "alta probabilidad" de una intervención militar rusa, considerando el despliegue reciente de unos 20.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania.
"Vemos a los rusos desarrollando la narrativa y el pretexto para una operación de este tipo bajo la apariencia de una acción humanitaria, y vemos una escalada militar que podría ser utilizada para llevar a cabo este tipo de operaciones militares ilegales en Ucrania", recalcó.
Y el canciller francés, Laurent Fabius, advirtió que el convoy "podría ser una tapadera para los rusos para instalarse cerca de Lugansk y Donetsk y presentarnos un fait accompli (hecho consumado)".
Rusia es acusada de alentar a los separatistas que se enfrentan al gobierno de Kiev y de suministrarles armas y voluntarios.
Los avances ucranianos contra los rebeldes, llevándolos hacia sus bastiones en Donetsk y Lugansk, podrían significar que si hay un momento para que los militares rusos intervengan de forma más o menos abierta, es probable que sea ahora.
No sería la primera vez que las tropas rusas intervienen en Ucrania recientemente, pero la anexión de Crimea en marzo fue casi sin enfrentamientos, mientras que el conflicto en el este de Ucrania ha dejado al menos 1.500 muertos desde abril.
Pero para Moscú la idea de que esto no se trata sencillamente de un gesto humanitario, es "absurdo", en palabras del secretario de prensa del presidente Vladimir Putin.
Un vocero del Kremlin se defendió al asegurar que tanto la Cruz Roja como las autoridades en Kiev habían dado luz verde el envío y hay reportes de que se usarán compañías de transporte locales para recoger la carga en la frontera.
Sin embargo, el organismo de ayuda dijo no tener todos los detalles que requería y el gobierno ucraniano aseguró que no permitiría que militares rusos ni personal del Ministerio de Emergencias ruso ingrese a su territorio.
CRUCE DE DECLARACIONES
"Ucrania puede recibir cualquier ayuda humanitaria sólo en el marco del derecho internacional y de la Cruz Roja", señaló el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk.
El ministro de Interior ucraniano aseguró que la ayuda no ingresará al país.
"A ningún convoy humanitario de Putin se le permitirá el paso a través de la región de Járkov. La provocación del cínico agresor es inadmisible en nuestro territorio. Esto es oficial", escribió este miércoles Arsen Avakov en su página de Facebook.
Pero un vocero del Consejo de Seguridad de Ucrania dijo el martes que la ayuda debería ingresar a través de un puesto fronterizo controlado por el gobierno (se estima que los rebeldes están en manos de 100km de frontera) y que debe ir acompañado por funcionarios de la Cruz Roja.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, indicó ese mismo día que Moscú había aceptado esas condiciones.
"El movimiento ha comenzado. Hemos recibido una nota que confirma la disposición de la parte ucraniana de recibir esa ayuda", aseguró.
Lavrov añadió que la demanda ucraniana de que la carga fuera transferida a otros vehículos en la frontera fue abandonada por el costo y que los camiones seguirán viaje con matrículas ucraniananas.
Pero el corresponsal de la BBC en Moscú, Daniel Sandford, asegura que las discusiones continúan.
Y el destino del convoy en viaje permanece incierto.
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