El rol de los amigos a la hora del amor
<img style="padding-right: 0px; padding-left: 0px; padding-bottom: 0px; margin: 0px; padding-top: 0px" height="13" alt="" width="81" src="https://static-latercera-qa.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/sites/7/200910/550385.jpg" />La clave para conseguir pareja no radica en la competencia, sino en las amistades. Hombres y mujeres recurren a ellos tanto para ser aceptados como para rechazar a los indeseables.
Imagine que usted está en una fiesta. Su amigo o amiga está en la pista de baile, con dos personas del sexo opuesto. Aunque todos parecen estar pasándolo bien, resulta obvio que él o ella tiene interés en una sola de aquellas personas. ¿Cómo intervendría usted? Todo depende del género. Si usted es mujer, lo más probable es que intente sacar a su amiga del medio y llevarla a otro lugar para que no la siga acosando el que no le gusta. Si es hombre, sacará a bailar a la persona en que su amigo está menos interesado para dejarle el camino libre.
Marte contra venus
La escena descrita forma parte de un nuevo estudio sobre el cortejo en los seres humanos, realizado por expertos de la Escuela de Negocios del MIT. Contradiciendo la visión de que el amor es una suerte de guerra, donde todo es válido para triunfar, hombres y mujeres parecen estar mucho más dispuestos de lo que se pensaba a cooperar con otros en asuntos del corazón.
Todavía más, se detectaron importantes diferencias entre el tipo de colaboración que dan hombres o mujeres, a la vez que se estableció que hay una base biológica, más que cultural, para explicar estos comportamientos. "Las mujeres se ayudan creando barreras para espantar a los indeseables. Ellos, para romper esas barreras", explica a La Tercera el autor de la investigación, Joshua M. Ackerman.
En una serie de experimentos, que incluyó la simulación de un programa piloto de televisión que supuestamente ayudaría a los participantes a encontrar el amor de sus sueños, los especialistas pudieron describir las diversas estrategias que usan hombres y mujeres. Esto fue complementado con una serie de situaciones que los científicos hicieron vivir a los participantes, en las cuales interactuaban en grupos. Todo indica que existiría algo así como una suerte de "solidaridad" de género.
Los resultados dicen que las mujeres, en su mayoría, no sólo optan por ayudar a otras interviniendo para alejar a pretendientes que pueden parecer indeseables, sino también se comportan como asesoras, opinando sobre el eventual candidato con frases del tipo "te conviene o no te conviene para nada". Ackerman dice que actúan como si fueran jueces, cuya misión es evaluar la calidad del potencial enamorado. Afirma que al salir en grupos, inconscientemente, la mujer suele asumir ese rol "cooperador" con sus amigas.
Otra estrategia es utilizar a la amiga como un distractor. "Si un hombre se acerca con intenciones románticas, centran su atención en la amiga para mostrar que no están tan interesadas, aun cuando lo estén", afirma el especialista. Así, generan más expectativa y aumentan sus chances.
En el caso de los hombres, la ayuda tiene fines completamente diferentes. Ellos usan a los amigos para acercarse a las mujeres, o bien para que éste le hable a su potencial enamorada acerca de su "nobleza y cualidades". ¿Le suena familiar?
Lo más frecuente, además, es que tanto hombres como mujeres usen a sus amigos del sexo opuesto para fingir una relación falsa, aunque el objetivo es diferente. Mientras ellas fingen ese amor para desalentar pretendientes que pueden no ser de su agrado, los homlo hacen para generar interés en chicas que no les prestan demasiada atención.
No hay edad
Ackerman señala que el estudio confirma la importancia de contar con buenos lazos sociales para encontrar el amor y afirma que estos operan durante toda la vida, no sólo en la etapa de la adolescencia. Según explica, si bien en los más jóvenes esta clase de comportamiento puede ser más frecuente debido al hecho de que están recién comenzando la búsqueda de una pareja, incluso las personas mayores recurren a los amigos. "Lo único que cambia es el lugar. En edades avanzadas, la gente suele conocer nuevas parejas a través de amigos y familiares".
De hecho, mientras más adulta es la persona, mayor es la posibilidad de que conozca una pareja a través de amistades. Es lo que ocurre con los divorciados de edad media o con los viudos . "Puede parecer menos obvio que una fiesta de adolescentes, pero en los mayores también operan estos 'equipos de conquista'", dice Ackerman.
El estudio concluye que las conductas románticas que hoy se asumen como propias de la época y la cultura tienen, en realidad, una base biológica universal. Las diferencias entre hombres y mujeres se explican porque en la mayoría de las especies animales, incluido el ser humano, las mujeres son más selectivas. Desde el punto de vista evolutivo, esto se debe a que son ellas quienes más invierten en la descendencia.
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