El título que consolidó a Francia como el multicampeón del mundo

Francia alcanzó la gloria en el Mundial Juvenil de Turquía y sumó un nuevo título para su historia, llena de reconocimientos internacionales a nivel de selecciones. Los galos superaron a Uruguay vía lanzamientos penales y lograron marcar la diferencia que no habían podido expresar en el tiempo reglamentaria, donde solo igualaron sin goles.

La escuadra francesa brilló con uno de los juegos colectivos más vistosos de la competencia y teniendo en su mediocampo a dos figuras que ya se habían hecho de un nombre en Europa antes de la cita asiática. Paul Pogba y Geoffrey Kondogbia tomaron el liderazgo de los azules, producto de la experiencia que ganada jugando en Juventus y Sevilla, respectivamente.

Incluso, el propio Pogba se proclamó como una de las figuras del torneo, por lo que se ganó el "Balón de Oro", distinción reservada para el mejor jugador del torneo, donde se impuso a jugadores como Nicolás López (Uruguay) y Clifford Aboagye (Ghana).

El portero Alphonse Areola fue otra de las piezas claves en la campaña que coronó a los franceses. Más allá de su campaña (recibió 5 goles) la actuación que lo llenó de aplausos fue en la mismísima final. Después de cuidar el cero del marcador durante lso 90 minutos más el tiempo de alargue, el canterano del PSG tapó dos lanzamientos en la serie de penales que le valieron el título.

Con este nuevo logro alcanzado, Francia se transforma en el primer país en conseguir todos los títulos posibles a nivel mundial. Son nueve las veces que han gritado campeón a nivel internacional.

El primer título conseguido por los franceses fue en el año 1984, cuando se quedaron con la Eurocopa en calidad de locales, título que revalidaron en el 2000, en Bélgica, tras superar por 2-1 a Italia. Pero no fue el único título alcanzado en el 84, porque también se coronaron monarcas de los Juegos Olímpicos desarrollados en Los Angeles.

En casa volvieron a demostrar su poderío cuando, en 1998, se quedaron con el Mundial adulto, de la mano de Zinedine Zidane, David Trezeguet y Thierry Henry.

Bastaron sólo tres años para que volvieran a celebrar a nivel mundial. En 2001 fueron los mejores en la Copa Sub 17 y se quedaron con la Copa Confederaciones, en Corea del Sur y Japón, con Patrick Vieira como pieza clave para los franceses. En 2003 revalidaron lo obtenido y nuevamente alzaron el trofeo de este torneo, dejando la copa en casa. El hombre clave fue Thierry Henry, al anotar el gol del título.

Diez años más tarde, Francia vuelve a ser el mejor y a gritar campeón, escribiendo un nuevo capítulo en su historia y transformándose en el supercampeón del fútbol mundial.