En febrero abre nuevo bulevar gastronómico junto al río Mapocho

Ubicado junto al complejo de oficinas Parque Titanium, este nuevo espacio potenciará la oferta culinaria de "Sanhattan". Ahí funcionarán 10 restaurantes y cafeterías, entre ellas, la primera sucursal fuera del centro del tradicional Café Colonia.




Su strudel de manzana y su kuchen de quesillo son famosos. También su torta naranja morena. Los santiaguinos han degustado estas delicias desde hace más de seis décadas, en un pequeño pero acogedor salón de té de calle Mac Iver: el Café Colonia. Lo abrieron en 1952 el alemán Wilhelm Schlösser y su esposa, quienes años antes habían emigrado desde la alemana ciudad de Colonia.

Instalados en Chile, decidieron compartir con los santiaguinos las dulces preparaciones que aprendieron a elaborar en su tierra natal. Primero, con un salón de té en calle Huérfanos y, luego, con el local que durante décadas fue una visita obligada al término de las funciones del Teatro Municipal.

Ahora, sus conocidos pasteles germanos y sus meseras vestidas a la usanza tradicional llegarán a "Sanhattan". Esto, porque Café Colonia inaugurará en ese barrio su primera sucursal fuera del centro de la ciudad (funciona uno en la Cepal, pero no es público).

Lo hará a un costado del río Mapocho, en un nuevo bulevar gastronómico ubicado junto al complejo de oficinas Parque Titanium.

En los que fueran los terrenos del ex Estadio Santa Rosa de Las Condes, el empresario Abraham Senerman, Inversiones Muni y el Grupo Bethia levantan un conjunto de tres torres de oficinas, de 23 pisos cada una. Dos de esas ya están funcionando y la tercera aún está en construcción. Alrededor de los edificios se crearon un parque de uso público, de 6,5 hectáreas, y un paseo gastronómico.

Ese bulevar al aire libre ya está construido y se apresta para su apertura. Tendrá 10 restaurantes y cafeterías, que se sumarán a la actual oferta gastronómica del principal barrio financiero de Santiago.

Entre éstos están la nueva sucursal del Café Colonia y la nueva apuesta de Mathieu Michel, el belga que en 2010 fue elegido Chef del Año por el Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile.

TRADICIONALES Y NUEVOS

La apertura de este nuevo espacio será gradual. En febrero comenzará a funcionar el primero de los locales, una nueva sucursal de la cadena Starbucks. En abril, en tanto, se sumarán el Café Colonia y M2.

La tradicional marca alemana tendrá ahí dos locales. Uno será el salón de té, con capacidad para 90 personas y donde se podrá desayunar, almorzar y tomar once. En el otro se venderán sus conocidas tortas, kuchenes, pasteles y productos especiales, como los conejos de chocolate que elaboran para Semana Santa. "Será para la gente que no tenga tiempo para sentarse a comer ahí y quiera llevárselos", asegura Carlos Oñate, uno de los socios de la cafetería.

M2, en tanto, es el nombre que baraja el ex chef del Opera Mathieu Michel para su primer restaurante en Santiago. También tendrá dos espacios diferenciados. En el primero se ofrecerán platos de origen belga, el país de origen de este cocinero.

"En el otro habrá una barra de sándwiches, donde los clientes podrán armarlos a su gusto. No será el típico chacarero, sino unos más elaborados, como los de centolla y queso, y roast beef y palta. La gracia es que la gente también podrá llevarlos para comer en su oficina o en el parque. Ahí, además, tendremos una barra de helados", cuenta el también chef embajador de Miele.

Postdamer y Ukai Sushi son dos de los otros restaurantes que funcionarán en este paseo culinario. El gerente general de la inmobiliaria Parque Titanium, Angel Herrera, afirma que todavía negocian con los otros cinco locales. "De todos modos, serán todos de primer nivel. El bulevar tendrá un mix interesante para la gente que trabaja en Parque Titanium y en el resto del sector", sostiene el ejecutivo. Dos de las torres del complejo ya están construidas y ahí se instalarán empresas como Google, Entel y Carey y Allende Abogados.

El bulevar funcionará a un costado del nuevo parque y junto a la ribera sur del Mapocho. De hecho, las terrazas de los restaurantes y cafés estarán junto a los miradores que tienen vista hacia el río y al Parque Metropolitano.

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