Ennio Vivaldi: "A mí no se me ocurriría decir que la U. de Chile no va a cumplir con las leyes de la República"

La autoridad académica discrepa de los dichos de su par de la UC, Ignacio Sánchez, quien dijo que en su red no harán abortos aunque sea ley.




En el marco de la discusión que ha generado el proyecto de ley que despenaliza la interrupción del embarazo por tres causales (violación, inviabilidad fetal y riesgo de vida de la madre) que presentó el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, manifestó su postura ante los alcances de la nueva legislación. En entrevista con La Tercera, la autoridad académica, cuya profesión es médico cirujano, discrepó, además, de los dichos del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, quien aseguró que, de aprobarse en el Congreso esta proyecto de ley, la casa de estudios continuará con su política de que sus médicos no practicarán abortos en su red de salud.

¿Qué opina de la decisión del Ejecutivo de presentar el proyecto sobre interrupción del embarazo?

Yo haría una distinción muy grande. Primero, la ley no es una norma pro aborto. Aquí no estamos hablando del aborto en general, sino de una legislación muy específica que habla de despenalizar tres situaciones muy concretas.

¿Estima que esta ley es necesaria para el país?

Evidentemente, porque creo que la legislación actual (que hay en Chile), y es cuestión de ver el mapa, prácticamente no existe en ninguna parte del mundo. Es una situación anacrónica. ¿Con qué ética se podría obligar a la mujer a llevar adelante un embarazo en esas condiciones? Y eso es lo que la ley está permitiendo (esta intervención) desde el punto de vista médico. Para el caso de la violación es bien conocida la argumentación en torno a ese tema. Al margen de eso, yo creo que también es un tema de reflexión la tremenda diferencia que tienen los distintos grupos socioeconómicos para enfrentar este tipo de problema. Creo que es un tema que hay que ponerlo en el tapete.

¿Todos los médicos capacitados deberían realizar está práctica?

Me parece que es clave que la normativa permita que haya objetores de conciencia. Estimo que es esencial, porque si hay un grupo de la población que está radicalmente en contra, y considera de que por ningún motivo debe hacerse un aborto, creo que eso tiene que serle permitido. Por lo tanto, las universidades, como cualquier otra instancia, deberían salvaguardar el derecho de un médico que no quiere participar en una intervención de este tipo, debido a que piensa, por sus creencias, que está moralmente equivocado hacerlo.

Pero, ¿esa objeción de conciencia debería ser individual? Se lo pregunto por las declaraciones del rector de la U. Católica.

Definitivamente tiene que ser personal e individual. A mí se me hace muy difícil declarar que una institución pueda decir que no se debe, en esa institución, acatar una ley.

Entonces, ¿rechaza los dichos  del  rector Sánchez?

A mi no me corresponde juzgar las opiniones de otro rector. Sin embargo, lo primero que pensé al escuchar estas declaraciones es que si alguien en una institución privada piensa que ahí no debe hacerse aborto, creo que está en su derecho de exigir que los médicos que ingresan no hagan abortos, incluso mediante una declaración jurada. Pero es totalmente distinto declarar que una institución no lo puede hacer, porque ahí ya es colocarla fuera de las leyes chilenas y eso lo considero, por decir lo menos, peligroso, porque al sentirse al margen de la ley uno podría terminar justificando cualquier cosa.

De acuerdo a lo que plantea ¿la postura de la UC está equivocada?

Ellos son una institución privada y están en el derecho de colocar reglas del juego en el contexto de la ley. Lo que no entiendo es que puedan hacer una declaración en la cual como institución se colocan al margen de la ley. Yo me imagino que pueden haber mecanismos mediante los cuales la institución le pida a sus médicos que sean objetores de conciencia, pero sin hacer una declaración como la que están haciendo. Es como que yo dijera 'mire, esta ley de la República de Chile, en nuestro hospital, en el J.J. Aguirre, no se va a cumplir'. Eso no lo puedo entender e insisto, lo encuentro peligroso. Me parecería muy grave que una institución dijera 'aunque el país haya decidido esto, a través de su Poder Legislativo, y haya promulgado esta ley, nosotros no la vamos a aceptar'.

¿La Universidad de Chile la va a aceptar e implementar?

Me parece innecesario que yo haga una aclaración como rector de esta casa de estudios, de que nuestra universidad va a cumplir con la ley. A mí no se me ocurriría decir que la U. de Chile no va a cumplir con las leyes de la República.

Entonces, ¿se practicarán abortos en recintos de la U. de Chile?

Pero evidente. Si alguien tiene objeción de conciencia y no lo quiere hacer, lo hará otro. Es una ley de la República y ninguna institución, ya sea pública o privada, puede estar al margen de ésta. Pero yo no tendría problema en que los obstetras de los recintos de la Universidad de Chile fuera objetores de conciencia. Yo siempre he defendido el derecho a los objetores de conciencia, y eso me parece muy importante, porque la Universidad de Chile es pluralista y respetamos a todos.

Pero, se hace difícil consensuar opiniones tan diferentes...

Aquí es importante diferenciar entre lo que un médico haría personalmente si le tocara vivir un aborto en su círculo, es decir, su opinión personal, y lo que este haría si le tocara practicar un aborto (a un paciente). Es decir, si aceptaría o no las decisiones de una tercera persona al respecto. Otra cosa es creer que lo que uno piensa es la única alternativa posible y yo tengo que obligar a los demás a que piensen como yo. Esta posición es la que, en la práctica, toman aquellos que no quieren que exista una legislación que permita el aborto. Que alguien tolere la interrupción del embarazo en los demás no quiere decir que sea partidario de ésta.

Usted como médico, ¿practicaría este tipo de procedimientos?

No estoy técnicamente calificado, pero creo que está en el derecho de la mujer y ahí el médico tiene que tomar decisiones, independientemente de lo que él piensa. Lo que quiere el paciente es lo que vale y esa es una tendencia muy clara en la medicina contemporánea. La medicina actual es mucho menos paternalista y eso tiene que ver con el respeto por la individualidad. Yo respeto que cada uno quiera tomar las decisiones que le competen. Antes la medicina era mucho más paternalista y los médicos tomábamos las decisiones por los pacientes, ahora consideramos en primer lugar lo que éste quiere, sobre todo cuando son decisiones que técnicamente no son obvias, y esto es claramente un caso. Nosotros como Universidad de Chile, si una paciente, conforme a la ley, dice que se quiere hacer un aborto, se lo vamos a hacer siempre.

El juramento hipocrático indica que el médico debe salvar vidas ¿La interrupción del embarazo no es contrario a esta norma?

No. Si uno se centra en la mujer paciente, creo que en ninguna de las tres causales se está afectando la situación del médico. En estos casos, la ley no indica que sea obligatorio hacer un aborto. Si una mujer ha sido violada, y producto de esa violación queda embarazada, y ella quiere tener esa guagua, nadie se lo va a impedir, todo el mundo la va a apoyar. La idea es permitir que se haga una mínima racionalidad en casos extremos. La idea es permitir el aborto, no imponerlo.

¿Considera el aborto como parte de la autodeterminación reproductiva de la mujer?

A mí personalmente se me hace muy difícil no aceptar que es una decisión de la paciente. Creo que, en lo personal, la  mujer tiene derecho a tomar una decisión sobre su embarazo dentro de ciertos límites, que no es el punto discutir aquí, porque eso nos desviaría el debate actual, que es más acotado.

¿Qué opina sobre la posición de la Iglesia de estar en contra de todo tipo de aborto?

Yo respeto a todas las religiones, respeto mucho la orientación moral que la Iglesia da a sus fieles, pero creo que ahí la complicación es cuando se dan indicaciones taxativas a las personas más allá de su esfera de influencia. Creo que la Iglesia Católica puede hacer las exigencias que quieran a quienes profesan su fe, pero entrar a intervenir para que el Estado haga una legislación que comprometa a toda la población, independiente de lo que cada uno pueda pensar, me parece que es tratar de imponer a los demás ideas propias, por muy válidas que sean.

Finalmente, ¿en qué otros aspectos podría aportar la U. de Chile respecto a este tema?

Nosotros hemos estado participando activamente en el debate por años y además, tenemos el Centro de Referencia Perinatal Oriente (Cerpo), donde apoyamos a mujeres que quieran continuar con su embarazo, a pesar de tener condiciones de riesgo. Algo muy parecido se da en el Departamento de Obstetricia del Hospital J.J. Aguirre. Somos la institución que más podemos ofrecer apoyo a las madres que quisieran preservar un embarazo en condiciones tan adversas como las que les permitirían abortar en el caso de la nueva ley.

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