Enviado de EEUU viaja a Pyongyang para discutir programa nuclear norcoreano
Analistas creen que viaje del diplomático tiene pocas posibilidades de éxito debido a la posición de Corea del Norte.
El enviado de Estados Unidos para Corea del Norte realizará el martes una inusual visita al reclusivo Estado comunista, en una misión que según analistas tiene bajas posibilidades de terminar con el estancamiento por el programa de armas nucleares de Pyongyang.
El diplomático Stephen Bosworth presionará a Corea del Norte para que regrese a las negociaciones multilaterales que buscan desmantelar su arsenal nuclear, pese a las crecientes señales de que Pyongyang no tiene intenciones de renunciar a la fabricación de armas.
Desde que el presidente Barack Obama llegó a la Casa Blanca en enero con la promesa de mejores relaciones con países que "desdoblen primero su puño", Corea del Norte ha detonado su segundo dispositivo nuclear subterráneo y probó un proyectil de largo alcance, tras calificarlo como un intento de lanzar un satélite.
Aquellas medidas, junto con la negativa norcoreana de cumplir con los compromisos para la desnuclearización durante 16 años de negociaciones, han dejado a Washington con pocas esperanzas sobre la visita, señalan analistas.
"El hecho de que el Norte no haya tomado la decisión estratégica de renunciar a las armas nucleares es una señal muy clara de que no están interesados en dejarlas", afirmó Victor Cha, ex funcionario del Consejo de Seguridad Interior de Estados Unidos durante el mandato del ex presidente George W. Bush y quien participó en las conversaciones a seis bandas.
Cha, que ahora es un analista sobre Asia en el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, dijo que había muy poco para ofrecer por parte de Estados Unidos para lograr que Corea del Norte retome las negociaciones globales, que también incluyen a China, Rusia, Corea del Sur y Japón.
"Cada acuerdo potencial ha sido dejado de lado en los últimos 16 años", sostuvo. "No puedo imaginar que él (Bosworth) tenga nuevos incentivos o cartas en su bolsillo que pueda ofrecer",añadió.
Estados Unidos y Corea del Norte han estado negociando sobre temas nucleares desde 1993, cuando Pyongyang anunció su intención de retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Un "marco de acuerdo" inicial firmado en 1994 llamó a la eliminación de las instalaciones nucleares del Norte a cambio de incentivos, pero el pacto se desmoronó en el 2002.
Un nuevo acuerdo negociado bajo el auspicio de las negociaciones a seis partes surgió en el 2005, y Corea del Norte se comprometió a abandonar su programa de armas nucleares y regresar al Tratado de No Proliferación.
Pero el pacto también fue desmantelado por temas de verificación al final del Gobierno de Bush, mientras Corea del Norte prometía no retornar a las conversaciones a seis bandas.
El reclusivo Estado ha presionado a Washington para mantener diálogos bilaterales, algo que la administración de Obama rechaza.
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