Estudio muestra daños en salud de niños expuestos a relaves

imagen-img_1204

Análisis en Chañaral reveló problemas pulmonares en menores de la zona. Detectó además contaminación de aire y suelo con metales pesados.




Desde 1938 y por más de 50 años, en la bahía de Chañaral (Región de Atacama), se vertieron desechos mineros (relaves). Material que recorría el cauce del río Salado hasta el mar, con restos del proceso metalúrgico y metales pesados, que por condiciones climáticas, como viento o lluvia, llegan a la población y afectan el ecosistema.

Un estudio de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile (ESP) en la zona encontró un vínculo entre los niveles de material particulado fino exterior (MP2.5) y cambios en la función pulmonar de escolares de la zona, especialmente en la llamada capacidad vital forzada (capacidad máxima de captar y expulsar aire) que se manifiestan cuatro, 12, y 24 horas después de la exposición.

El trabajo se desarrolló entre 2011 y 2014, y participaron 110 niños de Chañaral.

Entre los resultados, la investigación detectó la presencia de MP 2.5 y polvo sedimentado en microambientes escolares, como salas, oficinas, patios, jardines y escuelas básicas, durante la jornada escolar en diferentes estaciones del año.

Dante Cáceres, jefe del Programa Salud Ambiental de la ESP de la U. de Chile, a cargo del estudio, explica que midieron los parámetros de función pulmonar y los contrastaron con los niveles de material particulado. Además, por dos años tomaron muestras del material particulado y polvo sedimentado en colegios y jardines, los que más tarde fueron analizados en un laboratorio en Oregon, EE.UU.

Los resultados arrojaron que en otoño e invierno los niveles fueron superiores a los exteriores, muchas veces superando la normativa diaria ambiental para ese tamaño de partícula (50 ug/m3).

"Los niños tienen menor capacidad respiratoria, lo que se expresa desde el primer y segundo día de exposición. Eso dice que probablemente su pulmón no está desarrollándose según su edad y sexo", dice Cáceres.

En el polvo sedimentado de recintos escolares, encontraron elevados niveles de cobre, zinc, arsénico y plomo. En el caso del cobre, la concentración superó estándares internacionales.

A largo plazo según sean metales carcinogénicos o no carcinogénicos, se puede producir efectos como cáncer, o afectar el sistema reproductivo o renal. "Depende mucho del metal y tóxico al que se está expuesto", aclara.

Hoy, según el Catastro Nacional de Depósitos de Relave 2016, de Sernageomin, existen 696 depósitos, 112 de ellos activos, 436 inactivos y 148 abandonados. "Los suelos en Chile están altamente contaminados y muchas ciudades tienen relaves", advierte Cáceres.

Extrapolar los resultados del estudio, aclara, no es fácil. Dependerá del material al que se está expuesto. "Lo que corresponde es seguir investigando a esos niños, y se requieren muchos recursos. Pero Chile es un país minero y conseguir fondos no es fácil", admite.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.