Estudio revela que 62 millones de mujeres europeas han sufrido algún tipo de abuso físico

Pese a los duros datos, apenas el 14 por ciento de las víctimas de violencia de género denuncia a la policía la agresión más grave sufrida.




Más de 9 millones de mujeres europeas víctimas de violación. Un 33 por ciento de las mujeres han sufrido violencia física o sexual. Sólo una de cada tres víctimas denuncia las agresiones. Esas son algunas de las cifras del mapa de la violencia de género que dibuja un estudio de la UE.

Estos fríos datos son la expresión estadística de un problema que el propio estudio denuncia como "un vasto abuso de los derechos humanos que la Unión Europea no puede permitirse ignorar".

Para sacar a la luz la gravedad de la situación, la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) realizó una encuesta entre 42.000 mujeres de los 28 países de la Unión Europea (UE).

Los números son impactantes: un tercio de las europeas entre 18 y 74 años (unas 62 millones) ha sufrido algún tipo de abuso físico, una de cada diez ha sido agredida sexualmente y una de cada veinte ha sido violada alguna vez en su vida. 

Pese a lo terrible de estos porcentajes, la FRA señala que apenas el 14 por ciento de las víctimas de violencia de género denuncia a la Policía la agresión más grave sufrida. 

"Muchas mujeres no denuncian sus experiencias de abuso a las autoridades, así que la mayoría de la violencia contra las mujeres sigue oculta y, por tanto, los delincuentes no son confrontados", advierte el director de la FRA, Mortem Kjaerum, con sede en Viena.

El estudio de la FRA revela que en los 12 meses previos a la realización de la encuesta, entre abril y septiembre de 2012, 13 millones de mujeres de la UE de entre 18 y 74 años de edad fueron víctimas de violencia física, desde empujes o puñetazos a quemaduras y estrangulamientos.

En un 67 por ciento de los casos en los que la agresión tuvo lugar fuera de la pareja, el atacante fue un varón, un porcentaje que se dispara al 97 por ciento cuando el abuso es sexual.

Aunque la violencia y los abusos, ya sean físicos o psicológicos, en pareja o en el trabajo, son un problema en toda la UE, el informe señala grandes diferencias entre unos países y otros.

El porcentaje de mujeres que aseguran haber sido víctimas desde la edad de 15 años de violencia física o sexual por una pareja actual o pasada es del 52 por ciento en Dinamarca, del 47 por ciento en Finlandia y del 46 por ciento en Suecia.

Holanda (45 por ciento), Francia (44 por ciento) y Reino Unido (44 por ciento) son otros de los países donde más mujeres reconocieron haber sido víctima de violencia.

Polonia (19), Austria (20), Croacia (21), Chipre (22) y España (22) son, por contra, los socios de la UE con menor incidencia.

Con todo, la FRA recuerda que esas diferencias pueden deberse a factores como el tabú que para muchas mujeres supone admitir que han sido agredidas o la consideración de que la violencia de género es un asunto familiar que no debe airearse.

La FRA no sólo pone el foco en la violencia doméstica, sino que insiste en que el fenómeno se da "todos los días en todas partes".

Así, un 45 por ciento de las europeas afirma haber sido objeto de las formas más duras de acoso sexual, como abrazos y toqueteos, bromas ofensivas o recepción de material pornográfico.

Más de un tercio de las víctimas aseguraron haber sufrido esas agresiones en el ambiente laboral, bien por parte de jefes, compañeros o clientes.

Cuanto mayor es la responsabilidad profesional y el grado de formación académica, mayor es también el riesgo de ser objeto de ese tipo de ofensas sexuales, asegura la FRA.

En este panorama de violencia, nadie queda a salvo, ni siquiera las embarazadas. Un 42 por ciento de mujeres agredidas por una pareja anterior siguieron siendo maltratadas durante el período que esperaba un bebe.

Un 12 por ciento de las encuestadas aseguró haber sido víctimas de algún tipo de abuso sexual cuando aún eran menores de 15 años, un porcentaje que sube al 35 cuando se añaden otras formas de maltrato físico y sicológico.

El informe analiza también el impacto que este escenario de violencia tiene en las vidas de las mujeres, no sólo por las agresiones, sino por el miedo a sufrirlas, lo que lleva a muchas europeas a evitar determinadas situaciones o lugares.

De hecho, la FRA señala que un marcado temor a ser asaltada es una señal de alarma al que deben estar atentos los profesionales de la salud como forma de identificar a una posible víctima.

La percepción de que la violencia de género es un problema muy o bastante extendido es compartida por el 78 por ciento de las europeas.

El problema radica en que una de cada cinco mujeres no sabe ni siquiera a dónde podría dirigirse en busca de ayuda en caso de que fuera víctima de maltrato.

En relación a la necesidad de que se conozca la realidad y la gravedad de la violencia contra las mujeres, hasta un 87 por ciento de las encuestadas se declara a favor de que los médicos pregunten a una paciente con un determinado tipo de heridas si ha sido víctima de agresión.

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