Europa busca apoyo económico internacional para asegurar estabilidad en Mali
El miércoles se realizará una conferencia de donantes para satisfacer las necesidades financieras del país africano para 2013 y 2014.
La comunidad internacional, liderada por Francia y la Unión Europea (UE), buscará el próximo miércoles cerrar un importante compromiso económico con Mali en los próximos meses para tratar de garantizar su estabilidad ante la amenaza de los grupos terroristas que operan en la zona.
El presidente francés, François Hollande, y el de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, presidirán en Bruselas una conferencia de donantes para satisfacer las necesidades financieras del país africano para 2013 y 2014, que Bamako ha cifrado en casi 2.000 millones de euros.
Para los organizadores, sin un impulso al desarrollo será imposible garantizar a medio plazo la estabilidad en uno de los países más pobres del mundo y que ha sido el centro de la crisis de seguridad que afecta a la región del Sahel.
Los países y organismos de todo el mundo que participarán en la cita del miércoles trabajarán sobre la base de un programa que presentará el presidente maliense, Dioncounda Traoré, con sus prioridades en el ámbito de desarrollo para ese periodo.
Traoré, presidente interino a la espera de las elecciones que se celebrarán el próximo mes de julio, ha diseñado un plan con 12 grandes prioridades, entre ellas restaurar la integridad territorial del país, lograr unos comicios libres y transparentes y relanzar la economía.
En total, Bamako considera necesarios más de 4.300 millones de euros para el periodo 2013-2014, de los que espera que 1.961 puedan llegar desde el exterior, según el documento preparado por el Gobierno para la conferencia.
Mali, ya de por si un país con enormes dificultades, ha visto empeorar en los últimos meses la situación de su población por el conflicto armado, especialmente en el norte.
Según varias ONG, más de dos tercios de la población en las tres regiones del norte de Mali (Gao, Tombuctú y Kidal) viven ya en niveles de inseguridad alimentaria e incluso en la última se encuentran en situación de emergencia.
El Ejército francés intervino el pasado en enero en su antigua colonia para detener el avance de los grupos radicales -algunos vinculados a Al Qaeda- que se habían hecho con el control del norte del país, al considerar que presentaban una amenaza para toda la región e incluso para Europa.
Tras recuperar la mayor parte del territorio en manos de los rebeldes, Francia tiene previsto retirar al grueso de sus tropas y dejar la situación en manos de la fuerza de paz aprobada por la ONU (MINUSMA), que contará con un máximo de 11.200 efectivos militares.
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