Evo Morales pide a Chile que se deponga las "actitudes hostiles" y que se retome el diálogo

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Reuters

Durante las celebración de los 192 años de independencia boliviana, el mandatario reiteró las demandas por el Silala.




El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió este a Chile que deponga las "actitudes hostiles" y retome el diálogo para resolver las diferencias entre ambos países, incluida la centenaria reclamación marítima boliviana.

En el discurso pronunciado ante el Legislativo con motivo de los 192 años de la independencia nacional, Morales sostuvo que Bolivia "continua creyendo que el diálogo franco es siempre el mejor camino" para superar las "diferencias" entre países y expresó su rechazo a "toda actitud revanchista e interesada".

"Por ello, invitamos una vez más a la república de Chile, a sus autoridades, al pueblo, a deponer actitudes hostiles y de amedrentamiento que no coinciden con los tiempos actuales y a retomar el diálogo con Bolivia bajo la lógica de que debemos tender puentes de entendimiento que nos unan para así derribar los muros que pretenden dividirnos", sostuvo el gobernante.

Resaltó la importancia de que haya "cualquier diálogo", ya sea "directo, con mediación, o vía La Haya", porque, según dijo, "no quisiéramos que haya perdedores o vencedores" en las demandas que enfrentan a ambos países ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

"Si alguien tiene que ganar es la integración de nuestros pueblos para bien de las futuras generaciones", agregó.

También se refirió a la demanda presentada por Chile ante la CIJ contra Bolivia buscando que el tribunal resuelva que las aguas que nacen en la zona boliviana Silala constituyen un río internacional al que el país austral también tiene derecho.

El mandatario ratificó que Bolivia "tiene pleno derecho" sobre las aguas del Silala "a pesar de haber sido íntegramente utilizadas por Chile" y agregó que su país "asumirá su defensa como corresponde" en este caso.

Recordó que su Gobierno ha impulsado "activamente" el reconocimiento internacional del agua como un derecho humano y apoya las iniciativas para su protección como un recurso vital.

"Lo que no se puede tolerar es que un Estado pretenda adueñarse de recursos hídricos que no le corresponde, a fin de transferirlos a los intereses empresariales que lo único que persiguen es el lucro y su aprovechamiento irresponsable en desmedro de nuestra Madre Tierra", manifestó en su discurso

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