Ex comisión de honor del Instituto Nacional pide apoyo estatal para mejorar infraestructura
Ex alumnos destacados del plantel afirman que ha faltado voluntad del gobierno central para resolver los problemas del colegio.
Desde que Jorge Toro asumió, en 2008, la Rectoría del Instituto Nacional, el Ministerio de Educación ha iniciado, a lo menos, tres sumarios, debido a que el establecimiento no cuenta con el documento de recepción de obras. "Este colegio nunca se terminó de construir", argumenta la autoridad del plantel.
"Una vez iniciado el sumario, siempre llegan a la misma etapa: como saben que este documento no existe, se sobresee la investigación y, a la siguiente inspección, se vuelve a iniciar", agrega Toro, quien desde la semana pasada enfrenta una toma del establecimiento por parte de los alumnos. La primera del año de un colegio emblemático de la capital.
En agosto, el Instituto Nacional cumplirá 200 años de existencia. Aniversario que se aproxima en un clima de malestar del alumnado por lo que, acusan, son deficiencias históricas en materia de infraestructura.
En 2008, durante una crisis anterior en el plantel, el entonces alcalde de Santiago, Raúl Alcaíno, convocó a una "comisión de honor" de ex alumnos.
El grupo, integrado por el abogado Darío Calderón; el presidente de la Asociación de Bancos, Jorge Awad; el ex ministro del Trabajo Ricardo Solari; el otrora rector de la Universidad de Chile Luis Riveros y el presidente del directorio del Banco Internacional, Julio Jaraquemada, tenía la misión de proponer medidas de corto y largo plazo para mejorar la infraestructura del establecimiento.
Hoy, cinco años después, se refieren a la labor que se les encargó entonces, a su visión actual del plantel y se muestran disponibles a reunirse nuevamente, si es que se los convoca.
Para Darío Calderon, quien además es parte de la generación que egresó hace 50 años del Instituto, "este es un problema con el que ha vivido el colegio desde el año 64".
Agrega que, después del terremoto del 60, "no hubo fondos para terminar el Instituto y fue habilitado precipitadamente, sin recepción final". Sostiene que la comisión de 2008, que trabajó durante aproximadamente un mes, propuso mejoras a la red húmeda del establecimiento, al sistema eléctrico y refacciones en las salas.
"Se hicieron arreglos a baños, techos y canchas, dentro del edificio, para mejorar las condiciones de los alumnos", detalla Julio Jaraquemada.
A cinco años de estos arreglos, los integrantes de esta comisión no quedaron del todo conformes con los resultados. "Como ex alumnos nos hemos aburrido de supuestos. Nos encontramos con el drama de la falta de recursos que existe en el gobierno y la existencia de otras prioridades", dice Calderón, quien agrega que "nunca ha habido una voluntad seria de parte del gobierno central de abordar la tarea de terminar el colegio".
Según el abogado, "el Presidente, el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Educación tienen que abordar la tarea y, de una vez por todas, terminarlo".
Para Jorge Awad, "es realmente frustrante el desequilibro que hay entre el capital humano y el capital físico" en el Instituto Nacional. Según plantea, lo que se necesita es "un plan de desarrollo en que el tema de infraestructura y el equipamiento tecnológico tenga la posición que se merecen sus excelentes alumnos y profesores". Respecto de los motivos de esta situación, Ricardo Solari sostiene que "la municipalización del Instituto significó un proceso de deterioro muy grande".
No obstante estas críticas, los cuatro miembros de la comisión contactados por La Tercera manifestaron su voluntad de integrar una nueva comisión para solucionar las actuales demandas de infraestructura.
NUEVOS FONDOS
Para este bicentenario, existe la posibilidad de ejecutar los trabajos que podrían terminar la construcción del Instituto Nacional.
En diciembre de 2012, el gobierno regional metropolitano destinó $ 3.552 millones para la ejecución de las obras del Centro de Extensión del Instituto Nacional, en el subterráneo conocido como "Las catacumbas". El proyecto considera la construcción de un Aula Magna para más de 800 personas, dos salas de cine para 70 espectadores cada una, una sala de exposiciones y teatro, con capacidad para 220 asistentes, y recintos de apoyo. Además, incluiría el equipamiento necesario para su implementación.
"Con esto se cierra un proyecto que la comunidad institutana espera desde 1963, ya que hasta hoy sólo existe la obra gruesa de las denominadas 'catacumbas'", dice el secretario regional ministerial (seremi) de Educación, Alan Wilkins.
Sobre el proyecto, Mauricio Lillo, presidente del centro de ex alumnos, comenta que "el año pasado se consiguieron los recursos para el Aula Magna. No tiene otro fin, fueron destinados a este proyecto. La obra gruesa está, lo que se hará es terminar el Instituto Nacional".
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