Ex DT de Pistorius: "Quisiera preguntarle a la cara por qué hizo lo que hizo"

Apenas se enteró de lo ocurrido en Pretoria, algo extraño sucedió en la mente de Andrea Giannini. Las imágenes que veía por televisión y las informaciones que leía por internet no describían a una persona que él conociera, no se referían a su amigo Oscar Pistorius, el atleta paralímpico que entrenó por dos años en Grosseto. El italiano comenzó a pensar que se trataba de otra persona, e hizo una separación  en su cabeza entre el Pistorius que creía conocer tan bien y el hombre que le disparó a la modelo Reeva Steenkamp.

Giannini conoce bien la escena del crimen. Estuvo allí dos o tres veces, en el condominio Silver Lake Estates, el más exclusivo de la ciudad y votado como el sector más seguro de Sudáfrica, un país donde mueren 50 personas al día debido a la violencia, según estimaciones. Su técnico paseó entre los altos muros de la casona y confirma a La Tercera que la seguridad es casi impenetrable. "No vi pistolas ni nada por el estilo y Oscar no se preocupaba por la posibilidad de ser asaltado. Nunca me percaté de que tuviera predilección por las armas, lo suyo eran las motos y los autos", indica.

La última comunicación entre ambos se dio hace 17 días, a través de la red social Instagram. Pistorius había posteado una foto de una reunión en su hogar, con muchos amigos. "Me gustaría estar ahí", comentó Giannini, a lo que el atleta sudafricano respondió con un "eres bienvenido"."Oscar era muy hospitalario, usualmente invitaba gente a alojarse en su casa", comenta el ex garrochista, que hoy reparte su tiempo entre sus actividades como técnico de diversos deportistas y como periodista.

Por respeto a esta otra vocación, Giannini ha sido uno de los pocos cercanos a Pistorius que ha aceptado dialogar con la prensa internacional. "Esta situación hay que tomársela con responsabilidad. Yo fui su entrenador y soy su amigo, así que siento que debo decir algo sobre todo esto", afirma.

¿Alguna vez notó alguna actitud extraña o violenta en Pistorius?

Recuerdo una persona muy distinta a como uno se imaginaría un asesino. Era un tipo muy amable e incluso tierno. Jamás tuvo alguna conducta violenta. Nunca se mostró con rabia o ira, por lo que me cuesta mucho creer esto. Es algo chocante.

¿Por qué dejaron de trabajar juntos en Italia hace un par de años?

Cortamos nuestro vínculo de trabajo porque él decidió entrenar en otro lugar de Italia (Gemona, en la provincia de Friuli) y a mí no me convenía seguirlo. Era difícil por mi trabajo con otros deportistas. Hicimos una gran labor, de hecho me siento orgulloso de lo que hizo en Londres 2012. Fue una gran experiencia deportiva y humana. Es así como me gustaría recordar a Oscar, como lo veía en esa época: un sujeto bueno y generoso. Quizás algo pasó en su mente durante el último año, pero no podemos saberlo. De lo único que hemos hablado en los últimos meses ha sido de su rendimiento.

Según la prensa sudafricana, Pistorius había amenazado a un hombre y agredido a una mujer hace un par de años. ¿Le consta que era celoso?

No parecía ser celoso, siempre le vi un comportamiento normal con sus novias. Jamás lo vi volviéndose loco ni nada por el estilo. Era muy serio en sus relaciones de pareja. Supe de varias novias que tuvo y siempre lo vi ser gentil, educado. También me dijo que quería construir una familia pronto.

¿Cómo puede explicar las duras acusaciones en su contra?

Yo no soy su abogado, no puedo decir si es inocente o culpable, pero hay que esperar y aceptar la sentencia, aguardar hasta que la justicia haga su trabajo. No sé más que todos ustedes, pero en estos últimos dos años se transformó en una estrella deportiva mundial y sufrió un cambio importante. Antes siempre fue un tipo normal. Sé que tiene muchas cosas en su contra en este momento. Si es inocente, espero que pueda reconstruir su vida y su personalidad, algo que se ve imposible en estos momentos. Si no es así, tiene que expiarse.

¿Cree usted que la presión de la fama le hizo daño?

No lo sé. Quizás tenga que ver con esa presión de la que hablas, y a la que efectivamente ha estado expuesto. Es difícil decirlo.

¿Sufría Pistorius de alguna patología psicológica? ¿Se trató alguna vez con medicamentos?

Nunca necesitó ayuda psicológica de ningún tipo, era muy estable. No tomaba remedios.

En su opinión, ¿podrá el sudafricano volver a competir?

No creo que pueda regresar.

"No hay que olvidarlo"

De ser efectivas las acusaciones, ¿no le da miedo pensar que estuvo tanto tiempo con un asesino?

No me asusta. Recuerdo sólo cosas hermosas, que ahora probablemente quedarán como una historia triste en mi vida. Es como si estuviéramos hablando de dos personas distintas. Nunca me habría imaginado descubrir un lado así en Oscar. Se me hace muy difícil entender lo que pasó. Quizás hay algo escondido en nuestros cerebros que puede asomar en ciertas circunstancias, lo que debiera asustarnos. Estoy en shock.

¿Cómo debiera ser recordado?

Yo quiero recordarlo como un gran atleta y una gran persona, como un amigo, pero es muy difícil cancelar estas cosas, hacer como si no hubieran pasado. No hay justificación posible para algo así. Hay una mujer asesinada y eso no se puede olvidar. Espero que tenga una nueva oportunidad.

¿Le gustaría volver a verlo?

Sí, me gustaría. En cualquier parte, esté en libertad o en prisión. Si eso llegara a ocurrir, quisiera preguntarle a la cara por qué hizo lo que hizo, qué pasó.

¿Qué le diría a toda la gente que lo vio por años como un ejemplo?

Es muy difícil saber qué decirle a toda la gente que lo admiraba en todo el mundo. El movimiento paralímpico tendrá que reinventarse, pero nunca olvidar lo que él hizo dentro de la pista. Será difícil, todos querrán obviar lo que hizo, pero habrá que quedarse con todo lo bueno y lo malo que hizo.

¿Considera, usted, que el deporte pierde una leyenda sin Pistorius?

Era  especial, muy diferente a todos los demás deportistas que he entrenado. Por todas sus cualidades; era muy inteligente y concentrado en las prácticas. Se hacía muy fácil entrenarlo, porque obedecía y seguía las instrucciones. Creo que nunca más entrenaré a una estrella de su nivel.