Felipe Gutiérrez recuerda la orden que le pidieron a su llegada al Betis
El nacional, que viene de hacer un gol, aseguró que su entrenador Gustavo Poyet le exigió que jugara como en el amistoso que Chile sostuvo ante Inglaterra.
El volante chileno del Real Betis, Felipe Gutiérrez, confesó que para su llegada al club sevillano fue fundamental la figura de su entrenador, el uruguayo Gustavo Poyet, que fue quien lo llamó para pedirle que hiciera en el equipo bético lo que le había visto hacer en un Inglaterra-Chile.
Gutiérrez recordó el partido internacional que Chile ganó por 2-0 el 15 de noviembre de 2013 y en el que le tocó entrar en la segunda parte para mantener la posesión y generar movilidad en el centro del campo, y que en aquel encuentro le dieron "un baile a Inglaterra", tras lo que Poyet le llamó para que hiciera lo mismo en el Betis.
"Venía de una lesión, pasé de no tener opciones a tener una gran opción", confesó Gutiérrez, quien hasta el momento ha jugado ocho partidos con el Betis, seis de ellos como titular, y logró el gol decisivo que le dio la victoria a su equipo la pasada jornada en Pamplona ante el Osasuna.
El centrocampista recordó, en declaraciones a los medios del club, que su fichaje se demoró por una lesión y que el Betis quería en principio una cesión desde el Twente holandés con el que le quedaba un año de contrato, aunque finalmente se llegó a un acuerdo del que, dijo, "todos" están contentos.
"En cuanto a la lesión, la derecha no la uso mucho", bromeó el chileno, quien calificó su llegada a LaLiga como "un cambio grande" en su carrera y señaló que "no sabría decir" si le ha costado mucho la adaptación porque sigue trabajando como ha hecho siempre "y así poco a poco se van a ir dando las cosas".
Respecto a su nivel ofrecido hasta el momento, indicó que siempre se entrega al máximo y "luego las cosas se dan o no", y afirmó que si todos estuviesen bien siempre, "todos serían Messi".
Gutiérrez reflexionó también sobre su posición ideal y, en este sentido, dijo que donde jugó en Pamplona es donde lo hizo durante cinco años en la Universidad Católica y, aunque en Holanda intentaron ponerle de extremo, no es muy rápido "y tampoco muy hábil", por lo que terminó como volante.
"Me siento cómodo en las dos posiciones, tanto jugando por fuera en un 4-4-2 como haciéndolo en el medio con un 4-3-3", comentó el centrocampista, quien también celebró la recuperación del delantero paraguayo Tonny Sanabria tras una lesión en el pubis y, entre otros asuntos, se refirió a sus objetivos para este año.
En este sentido, comentó que viene con la ilusión de jugar a buen nivel y de que su paso por el equipo "no sea en vano, sino que sea con cosas importantes para poder conseguir las metas a las que aspira el Club, como quedar por encima de la décima posición y tratar de conseguir alguna plaza en competición europea", lo que calificó como "el sueño de todos".
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