Funcionarios de confianza realizaron millonaria estafa a clínica de la UC




El gerente general de la Clínica de la Universidad Católica, Enrique Mena, junto al equipo jurídico de la institución confirmaron esta tarde la millonaria estafa que afectó a la clínica y por la que fueron formalizados dos ex funcionarios.

Mena señaló que "la defraudación que llegó a los $ 600 millones se detectó gracias a los controles internos adicionales de la clínica, que determinó inconsistencias en algunas partidas financieras que condujeron a establecer que la institución fue defraudada".

Agregó que estos ilícitos se ejecutaron reiteradas veces durante el menos tres años, y que una vez conocidos los hechos se presentó una querella por estafa reiterada en el 7° Juzgado de Garantía de Santiago.

Pese al monto de la defraudación, señaló que no se dañaron las arcas ni el patrimonio de la entidad, agregando que "la clínica repudia enérgicamente la transgresión a la confianza depositada en quienes fueron parte de estos hechos".

Los imputados eran trabajadores de confianza y habían ingresado a la institución hace diez años. Consultado si existirían otros funcionarios implicados en la defraudación, Mena señaló que  "no lo descarto, eso tendrá que determinarlo la investigación".

En la misma línea, el abogado Miguel Viveros precisó que  "no tenemos 100% claro cómo se hizo, pero hasta lo que hemos visto era un sistema bastante complejo en que manipulaban la documentación contable correspondiente a las remuneraciones y eso le posibilitaba concretar la defraudación y efectuar las maniobras para ocultar el ilícito".

Respecto si se incrementarán los sistemas de control, el gerente general de la clínica explicó que "obviamente, después de esto, vamos a incorporar a la auditoría correspondiente que haga una revisión de los procesos".

La Fiscalía Centro Norte se encuentra investigando la estafa , por la cual se encuentran formalizados el ex encargado de las remuneraciones del establecimiento, Exequiel Marín Reyes, y su ayudante, Marco Ravello Díaz. Ambos ex funcionarios percibían sueldos de $ 670 mil y $ 400 mil, respectivamente. La semana pasada la fiscalía formalizó a los ex trabajadores de la clínica por el delito de estafas reiteradas y se determinó el arresto domiciliario, al menos en el caso de Marín.

Según las pesquisas de la fiscal Ximena Chong, Marín elaboraba mes a mes la nómina de pago de los 265 empleados de la clínica. Desde enero de 2008 hasta julio de este año, según el Ministerio Público, los imputados adulteraron las planillas de remuneraciones para atribuirse millonarios sueldos.

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