Gerente del BC insistió en su inocencia y pidió al Tribunal "una oportunidad para rehacer su vida"

Con el relato del suspendido ejecutivo, Enrique Orellana, finalizó el juicio en el que se le acusa de violar a sus tres hijas. Mañana se conocerá el veredicto.




"Lo que más me duele es que mis hijas están sometidas por una madre que no ha tenido ningún escrúpulo, que las ha usado de la manera más asquerosa posible", dijo tras un mes de juicio oral, el suspendido gerente del Banco Central, Enrique Orellana, acusado de abusar sexualmente y violar a sus tres hijas menores de edad.

Con el relato del imputado, hoy finalizó el juicio donde Orellana se declaró inocente de las acusaciones realizadas por su ex pareja y madre de las niñas, Yamile Caba, quien, según el ejecutivo, "destruyó su futuro, las marcó de por vida".

Durante su relato Orellana intentó explicar los motivos de la grave acusación, la que a su juicio se habría producido "por venganza, porque yo ya no la quería más, porque tenía miedo a perder el sustento económico si las niñas se iban a vivir conmigo. No sé los motivos y a esta altura, la verdad, ya no me importa, porque el daño ya está hecho, y es un daño que es irreparable y probablemente nunca se va a arreglar".

Tras ello, Orellana se dirigió a los jueces del Cuarto Tribunal Oral en lo Penal, y pidió "una oportunidad" para él y sus hijas. "Yo todavía creo que mis hijas y yo tenemos una posibilidad, pero esa posibilidad depende de ustedes", dijo el acusado quien insistió en solicitar "la posibilidad de que mis hijas puedan crecer sabiendo la verdad, sabiendo que su papá jamás las violó, jamás las abusó, jamás les ha hecho ningún daño. Lo único que he hecho fue quererlas, cuidarlas y darles todo lo que pude", dijo el suspendido gerente.

"Lo único que quiero es que mis hijas sepan que yo siempre las quise y las quiero todavía porque yo sé que ellas no tienen la culpa. No hay un día que pase sin que yo piense en mis hijas, sin que en la noche antes de dormir les dé un beso de buenas noches y le pida a dios que me las cuide y me las proteja, pero eso no se lo he podido decir durante tres años, porque no me han dejado, porque me las quitaron de la manera más asquerosa y lo más probable es que nunca se los pueda decir", continuó la declaración al cierre del juicio oral.

Orellana insistió en que la acusación en su contra es un invento de su ex esposa, quien aseguró no las cuida como una "buena madre", y aseguró que "lo que se ha hecho con mis hijas es exponerlas a una situación brutal, reafirmando mentiras, cuando una madre que de verdad ha pasado por un horror como este agarra a su hijo y los protege, no los deja en medio del temporal y con ella animando la fiesta".

"Mis hijas aún tienen la posibilidad de crecer sabiendo la verdad, de que el día de mañana puedan razonar y entender lo que pasó, la verdad no se puede ocultar, porque en alguna parte de su mente y su corazón ellas recuerdan a su papá y saben que lo único que hizo fue quererla", dijo.

Para mañana a las 10.00 se dará a conocer el veredicto definitivo, dictado por el Juez Cristian Soto, el que será definitivo luego que se anularan dos juicios anteriores donde primero Orellana fue absuelto de todos los cargos y luego condenado a pasar 60 años en la cárcel.

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