Gobierno alista proyecto de ley para proteger patrimonio de palafitos de Chiloé
Las casas sobre el mar son tomas de terreno, por lo que se buscará regularizar títulos de dominio.
Hasta $ 30 millones puede desembolsar una persona que quiera tener un palafito en Chiloé. La "moda" por comprar una de estas construcciones tradicionales del arquipiélago empezó hace unos cinco años, cuando se comenzaron a instalar restaurantes y diversos tipos de hospedajes. Según el catastro del municipio hay 177 de estas casas levantadas sobre pilotes de madera, de las cuales un 20% han sido compradas por personas que vienen de otras ciudades.
"Se va a perder la identidad patrimonial de los palafitos si esto continúa", afirmó el alcalde de Castro, Nelson Aguila, quien envió un oficio al Consejo de Monumentos Nacionales para buscar respaldo en la protección de estos sitios.
El gran problema que enfrentan los habitantes nativos es que los palafitos corresponden a diversas tomas de terrenos del borde costero de Castro, y de otros lugares como Mechuque en la comuna de Quemchi, por lo que sus "dueños" no cuentan con un título de dominio que les permita acreditar la propiedad.
Según cuenta el alcalde Aguila, la instalación de estos locales dirigidos a los turistas proliferó cuando los antiguos habitantes de estas casas levantadas sobre el mar decidieron dejar esas tradicionales construcciones al no poder acceder a beneficios sociales para poder repararlos. "Al no tener los títulos de dominio la gente no puede, por ejemplo, optar a un subsidio para hacer reparaciones, y por esto algunos comenzaron a vender", explicó Aguila.
Luego de cinco años de gestiones, finalmente está en etapa final la redacción de un proyecto de ley que permitirá regularizar la propiedad de los palafitos. El subsecretario de la Presidencia, Claudio Alvarado, explicó que en julio se enviará al Congreso el proyecto de ley que permitirá "regularizar la ocupación de los palafitos a través del otorgamiento de concesiones marítimas a quienes llegaron originalmente y a quienes han comprado después".
Alvarado añadió que "se está reconociendo el valor patrimonial cultural de estos sitios que son parte de la identidad de Chiloé".
Sara Guerrero (51) vive en los palafitos del sector de Pedro Montt, en Castro, y sus padres construyeron su vivienda en pleno borde costero en 1960. Ella es una de las personas que ha estado buscando que se pueda regularizar el dominio de estas construcciones, "acá nadie tiene documentos de las casas", cuenta. "Queremos que se ataje la venta, porque se pierde la tradición de nuestro barrio, que la gente pueda ir recuperando sus casas y no venderlas", reconoce Guerrero.
Entre las personas que han aprovechado los palafitos para potenciar la actividad turística está el arquitecto Eugenio Ortúzar, quien vive en una de estas construcciones y además tiene dos emprendimientos: Palafito Sur Hostel y Patio Palafito. El es oriundo de Santiago, pero reside hace unos 10 años en Chiloé, "esta fue una idea más romántica que un negocio porque estos lugares tienen un carácter patrimonial", asegura.
Sus negocios son de los pocos que han podido contar con permisos para funcionar, debido a que se trata de emprendimientos familiares. Pero la gran mayoría "funciona de manera ilegal, sin recepción de obras y sin patente comercial", indicó el alcalde Aguila, quien dice que la idea también es regularizar estos casos.
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