Gobierno colombiano y campesinos inician conversaciones para poner fin a huelga

Los ministros del Interior, Fernando Carrillo, y de Agricultura, Francisco Estupiñán, encabezan el equipo negociador del gobierno que busca poner fin a la movilización que lleva 9 días.




Delegados del Gobierno colombiano y líderes campesinos iniciaron en la tarde de este martes las negociaciones con las que se busca poner fin a la huelga agropecuaria que cumple nueve días y que ha dejado cinco muertos, informó la Gobernación del departamento de Boyacá, donde tiene lugar el diálogo.

Con cinco horas de retraso, en la ciudad de Tunja, capital de Boyacá, "se dio inicio al encuentro entre los representantes del Movimiento Dignidad Campesina y los enviados del Gobierno Nacional" que buscan llegar a un acuerdo para levantar el paro, indicó un comunicado de la Gobernación.

El inicio de las negociaciones estaba previsto para las 13.00 hora local (14.00 en Chile), pero se retrasó porque la delegación gubernamental que salió de Bogotá no pudo aterrizar en el aeropuerto "Juan José Rondón" de Paipa, ciudad cercana de Tunja, debido al mal tiempo en la zona.

Los ministros del Interior, Fernando Carrillo, y de Agricultura, Francisco Estupiñán, encabezan el equipo negociador del Gobierno, que no pudo viajar por tierra porque aún persisten los bloqueos en vías de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá.

Las conversaciones se realizan en la Arquidiócesis de Tunja y a estas asisten como garantes el gobernador de Boyacá, Juan Carlos Granados; el arzobispo de Tunja, monseñor Luis Augusto Castro; y el alcalde de Tunja, Fernando Flórez.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció el lunes la creación de una mesa de negociación con los campesinos de Boyacá, Cundinamarca y de Nariño, las tres regiones más afectadas por los bloqueos de carreteras a consecuencia de la huelga.

Al respecto, el gobernador de Boyacá señaló que enfrentan "a partir de hoy, el gran reto" y que "la tarea de mediar" es su "obligación", lo que dijo, se hará "con un gran compromiso por nuestros campesinos".

La huelga fue convocada por un sector de los caficultores pero ha tenido mayor repercusión entre los productores de papa, leche, tomate y hortalizas de Boyacá, que alegan ser víctimas de las importaciones de alimentos, del contrabando, del alto coste de los combustibles y fertilizantes y de la falta de apoyo estatal.

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