Gobierno y oposición se alistan para los comicios regionales en Venezuela

Las elecciones regionales en Venezuela llegan con casi 10 meses de retraso. Debían realizarse a fines de 2016, pero el gobierno de Nicolás Maduro -en una de sus horas más bajas de popularidad- decidió posponerlas indefinidamente. Recién en mayo de este año el Consejo Nacional Electoral (CNE), al que la oposición apunta como uno de los principales socios del gobierno, anunció que se llevarían a cabo en diciembre. Luego, en el clímax de la tensión política, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) del Ejecutivo chavista decidió adelantarlas como una de sus primeras acciones desde su instalación, a comienzos de agosto.

Finalmente, el próximo domingo gobierno y oposición se verán las caras en momentos en que Maduro vive un cuestionamiento generalizado que, según las encuestas, debería darle una victoria contundente a la alianza opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). A una semana de los comicios, estas son las claves de una de las citas electorales más importantes del año en Venezuela.

Durante su programa semanal, transmitido por el canal estatal VTV, Nicolás Maduro aseguró que la carrera electoral "la va ganando" la revolución bolivariana.

Pero los sondeos pronostican otro escenario. Según la encuestadora Datanálisis, en unos comicios "transparentes" la oposición podría obtener entre 18 y 21 de las 23 gobernaciones en juego. En estos momentos el oficialismo cuenta con el liderazgo en 20 estados. Según un sondeo de la misma encuestadora, un 79,2% de los venezolanos está dispuesto a participar en los comicios y de ellos un 44,7% dijo que votaría por un candidato opositor al Ejecutivo chavista. "La oposición es clara mayoría y debe ganar al menos 11 gobernaciones por buen margen y quizás otras cuatro por menor margen. Hay otras seis en donde el panorama es ajustado y dos que favorecen al oficialismo", explicó a La Tercera Félix Seijas, director de la encuestadora venezolana Delphos.

El 2 de agosto, Smartmatic, la empresa encargada de las votaciones electrónicas en Venezuela, denunció que los resultados de las elecciones para la Constituyente de Maduro, que se llevaron a cabo a fines de julio, habían sido manipulados. Según la empresa con sede en Londres, había una diferencia de "al menos un millón de electores menos".

La revelación incrementó las críticas hacia el gobierno venezolano y puso en duda la transparencia electoral de los procesos a venir. La noticia también causó fragmentaciones en la oposición, que se debatió entre participar o no en las regionales. Las autoridades reemplazaron a Smartmatic por otra compañía, la argentina ExClé S.A., pero las dudas de la transparencia de los comicios persisten. "Es una incógnita el comportamiento del CNE e incluso del comportamiento de ExClé S.A., una empresa argentina que lleva 10 años trabajando en Venezuela con el gobierno además, no solo en temas electorales. Es una incógnita el comportamiento que vayan a tener el domingo", explicó a este diario el analista y experto venezolano en temas electorales, Eugenio Martínez.

El proceso de campaña ha estado marcado por las riñas entre la MUD y el principal organismo electoral del país, el Consejo Nacional Electoral, a quienes acusan de ser un aliado del gobierno. El conglomerado opositor denunció en los últimos días "irregularidades" del CNE, en los que destacó, por ejemplo, la eliminación de los centros de votación y la imposibilidad de la modificación de la tarjeta electoral con los candidatos definitivos. La MUD ha estado blindándose en los últimos días para prepararse para estos comicios. La alianza creó comandos para "cuidar y defender el voto" en los 23 estados del país e, incluso, lanzó su propia aplicación digital, Regionales Unidad, para evitar "confusiones" y "superar la falta de información oportuna" por parte del CNE.

Los preparativos de las elecciones se llevan a cabo en medio de un nuevo proceso de diálogo entre la oposición y el gobierno de Maduro, que comenzó el 13 de septiembre en República Dominicana y que en estos momentos se encuentra paralizado por falta de acuerdos entre ambas partes. El punto de quiebre es la oficialista ANC, que la oposición y la comunidad internacional desconoce. En estos momentos, tanto la ANC como la Asamblea Nacional (el Parlamento controlado por la oposición) se encuentran inmersos en un choque de poderes desde la instalación de la primera, a principios de agosto. Por eso, los resultados de las elecciones podrían ser clave para un futuro diálogo.

"Hay un tema allí, en cualquier circunstancia post electoral, no sólo porque el resultado podría haber fortalecido a la oposición, sino por insistencia internacional y porque el gobierno seguirá buscando mostrarse dialogante, procurando la legitimación de la ANC y sus decisiones", explicó a La Tercera la analista venezolana Elsa Cardozo.