Gobierno prepara la defensa de la gratuidad universal
Parlamentarios de derecha quieren eliminar los "gatillos" para avanzar hacia más deciles. Rector Carlos Peña dice que en esta materia el Ejecutivo sabe que "no era posible" cumplir.
La próxima semana el gobierno enfrentará un complejo escenario en el Congreso, pues en la Comisión de Educación del Senado se discutirán los artículos que permitirán establecer la gratuidad universal.
Para concretar esta política pública, el Ejecutivo propone definir que, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones económicas en el país, la gratuidad llegue al 100% de la población. Este mecanismo, conocido como "gatillos", es rechazado desde la oposición, pero también desde el oficialismo. Esto podría poner en riesgo la aprobación de la medida en la comisión, ya que si la derecha la rechaza y se suma el senador DC Ignacio Walker, se generaría un duro revés.
El ministro de la Segpres, Gabriel de la Fuente, indicó que "nosotros no creemos que esté en peligro la gratuidad universal, que está establecida en el proyecto, porque no solamente ha sido una promesa que ha hecho la Presidenta de la República, sino que en campaña también la candidatura del presidente electo Sebastián Piñera".
Por esto, dijo el secretario de Estado, el gobierno espera que se repita la votación unánime que se obtuvo en la Sala del Senado cuando se discutió el proyecto en general. "Esta gratuidad universal se dispone de un modo muy responsable y está asociada a lo que hemos denominado los gatillos. Así, cada vez que el país tenga mayor desarrollo económico y una carga tributaria que permita poder disponer de holguras financieras y económicas, que permitan financiar gratuidad a más deciles, se materializará automáticamente", explicó.
El ministro agregó que "estamos hablando de una gratuidad gradual y que al mismo tiempo es con responsabilidad fiscal".
El rector de la U. Diego Portales, Carlos Peña, discrepa de esta postura y planteó que "en principio, y salvo que se posea cierta clarividencia hacia el futuro -y se pueda anticipar entonces cuáles serán las urgencias de mañana y el mejor uso de los recursos- no parece racional adoptar esa modalidad. Tal clarividencia aún no nos ha sido concedida y por eso es imprudente zanjar las prioridades desconociendo cuál será el mejor uso alternativo de los recursos".
Peña dijo, además, que "todo eso descontado que el diseño de atar la gratuidad al PIB tendencial -no vale la pena engañarse a estas alturas- tuvo por objeto satisfacer la demanda de gratuidad de manera simbólica, imaginaria, a sabiendas que no era posible".
Su par de la U. Católica, Ignacio Sánchez, también cuestionó la idea de establecer gatillos para llegar a la gratuidad universal y, sobre todo, el hecho de que mientras esa medida se concreta, el proyecto establece una restricción de aranceles para los alumnos de los deciles que no tengan cobertura. "En ese escenario podemos estar 40 años con aranceles fijos por ley, lo que puede producir desfinanciamiento al quinto año y eso es lo más grave y no se ha visto con la profundidad que se requiere", indicó Sánchez. "No se ha advertido esta situación porque los problemas económicos no se van a producir es este año o el otro para la mayoría de las instituciones. Nuestra universidad, en cambio, se vería afectada de manera inmediata", dijo.
La derecha apunta a que el avance de la gratuidad hacia más deciles se establezca mediante una ley cada vez que la situación económica del país lo permita, pero esta idea es rechazada por el gobierno: "Queremos que el país vea si es posible avanzar sin tener que dictar una ley especial cada vez".
El asesor legislativo de la derecha, Jorge Barrera, indicó que "creemos que los gatillos no deben quedar establecidos en este proyecto, sino que se deben dictar por ley. Cuando se termina desfinanciando todos los gobiernos futuros, lo que se hace es vulnerar la iniciativa exclusiva que tiene que tener el Presidente de la República para presentar proyectos que estén financiados.
Pero si no tiene recursos no puede presentar iniciativas y no puede gobernar".
La idea de los parlamentarios de oposición es que el gobierno cambie su postura y evalúan rechazar la iniciativa del gobierno.
La ministra, Adriana Delpiano, enfatizó que "el avance hacia la gratuidad universal es un tema central, un compromiso de la Presidenta, de su programa de gobierno, y lo vamos a honrar absolutamente y vamos a insistir". Y dijo que pese a que se han ido "acomodando artículos para tener la mejor legislación posible, ese es un punto en que vamos a insistir porque sabemos que la economía va a mejorar".
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