Gobierno y líderes de Aysén se reúnen tres horas y piden deponer violencia
Principio de acuerdo incluye el repliegue de las Fuerzas Especiales de Carabineros.
Cerca de las 21.30 y aprovechando un break en la reunión que por casi tres horas sostuvo con los principales dirigentes del Movimiento Social por Aysén, el Vicepresidente Rodrigo Hinzpeter telefoneó al Mandatario Sebastián Piñera -de gira en Asia- para informarle sobre el avance en los principios de acuerdo que luego anunciarían desde el Patio de los Naranjos de La Moneda.
Hinzpeter y el ministro portavoz, Andrés Chadwick, explicaron que se convino con los dirigentes en llamar a terminar con los bloqueos de los caminos y, en consecuencia, la opción de ordenar el repliegue de las Fuerzas Especiales de Carabineros enviadas a la zona.
En este marco, autoridades y dirigentes hicieron un llamado conjunto a deponer la violencia, que se había intensificado en los últimos días, con fuertes enfrentamientos en Coyahique.
El ministro Chadwick también dejó entrever la posibilidad de que el gobierno retire las querellas invocadas bajo la Ley de Seguridad del Estado si se logra la normalidad de la región.
"Los dirigentes nos han planteado su preocupación por las querellas y les hemos respondido que vayamos haciendo las cosas bien, que cada día tiene su propio afán y que vayamos logrando esa paz social que queremos", señaló el titular de la Segegob.
Chadwick también informó que los dirigentes serán recibidos hoy, a las 11 horas, por el ministro de la Segpres, Cristián Larroulet, para coordinar un nuevo cronograma de trabajo.
De hecho, desde el gobierno se informó que, si se restablece el orden, las negociaciones entre representantes del movimiento y del Ejecutivo -que se definirán en los próximos días- podrían retomarse formalmente el lunes en Aysén.
El encuentro
La reunión entre el vicepresidente y los representantes del movimiento -participaron 10 dirigentes y cuatro concejales, además de cuatro parlamentarios de la región y el obispo Luis Infanti- comenzó a gestarse el martes en el Congreso.
Aprovechando una visita al Parlamento, Hinzpeter conversó el tema con el senador RN Alberto Espina. Luego ambos discutieron una fórmula para destrabar las conversaciones en una reunión -sostenida en la sala de ministros del Congreso- con el senador Antonio Horvath y los ministros Chadwick y Larroulet. Ese día, Hinzpeter se comunicó con Piñera antes y después de esa reunión.
A esas alturas, desde Aysén llegaban señales de que los líderes más moderados del movimiento buscaban retomar el diálogo con las autoridades.
En el gobierno se tenía conciencia del riesgo que involucraba una reunión en La Moneda. Sin embargo, para el oficialismo el saldo del encuentro resultó positivo.
De hecho, una de las sorpresas satisfactorias para el gobierno fue la postura asumida ayer por el obispo Infati, una de las voces más duras de la región contra el manejo del Ejecutivo y quien se sumara al encuentro sin haber estado considerado: la autoridad eclesiástica sólo pidió la palabral al final de la reunión y para agradecer la voluntad del gobierno a reiniciar el diálogo.
"Hemos tenido coincidencias en la forma de ver los problemas y coincidencias en que la violencia no es nunca el camino por el cual debemos optar. Personalmente abrigo y como gobierno abrigamos profundas y fundadas esperanzas de que esta reunión haya sentado bases sólidas para continuar con un diálogo hacia el futuro", dijo el Vicepresidente Hinzpeter tras la reunión.
En Aysén, sin embargo, algunos de los sectores más radicalizados del movimiento anunciaron anoche su negativa a deponer las tomas de caminos. Asimismo, Dagoberto Castillo, uno de los representantes de los pescadores artesanales señaló que se retiraría de la mesa del movimiento, molesto con las tratativas en Santiago.
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