Graffiti y patrimonio: Basco Vazko pinta el frontis del Museo Violeta Parra

"Lo que más he aprendido de Violeta Parra es la economía material, cómo hacer obras importantes con pocos recursos. Esa simpleza me parece atractiva, y creo que el graffiti se conecta con eso: ocupar los materiales y el espacio disponibles de la mejor manera", explica el pintor Basco Vazko (33), quien hace pocos días finalizó un mural de 18 metros de longitud en el frontis del Museo Violeta Parra, ubicado en Vicuña Mackena 37. El proyecto, que ya está listo para ser apreciado por los transeúntes, se comenzó a gestar en 2016, cuando la administración del centro cultural diagnosticó un problema de difícil solución: los rayados que aparecían cada mañana en el portón de lata del acceso principal. "Por estar ubicados en una zona tan central y oscura, nos enfrentamos a constantes rayados y graffitis", comenta Cecilia García- Huidobro, directora del museo. Paul Birke, galerista que fue convocado para asesorar este proyecto, agrega: "Como el edificio no muestra fachada hacia la calle, es difícil de visualizar e identificar, y el mural también ayuda a solucionar eso". En conjunto con el comité del Museo Violeta Parra, decidieron que el artista idóneo para realizar este mural era Basco Vazko, por su trayectoria en el street art, que lo llevó a exponer en EE.UU., Francia y España, sin nunca haber pisado una Escuela de Bellas Artes. "Quise generar un diálogo entre el trabajo de Violeta Parra y lo que pasaba en la calle, y hacer una obra que pueda gustarle tanto a la gente que viene al museo como a la gente que hace graffiti", dice el pintor.

Otra novedad del espacio es la arpillera Combate Naval I, creada por Parra en 1964. Se expuso por última vez hace 10 años en el Centro Cultural La Moneda, y desde entonces ha estado guardada hasta hoy, cuando se integra a la colección permanente del museo dedicado a la artista.