Hollande enfrenta abandono de la deuda francesa por parte de los inversionistas
La subasta de los bonos del gobierno francés de la semana pasada atrajo la menor demanda en una década al mismo tiempo que los agentes se vuelcan a los valores españoles e italianos.
Los compradores de bonos franceses fueron los más firmes seguidores del presidente François Hollande desde su asunción. Algunos ahora lo abandonan por praderas más verdes.
La subasta de deuda del gobierno francés de la semana pasada atrajo la menor demanda en una década en tanto los inversores se volcaban a los valores españoles e italianos. El rendimiento de los bonos a 10 años de referencia de Francia es ahora de 2,5%, mientras que en abril del año pasado era de un bajo nivel récord de 1,74%. Los bonos franceses y belgas son los de peor desempeño este año entre los grandes emisores de la zona del euro.
El desaire es algo nuevo para Hollande, que luego de entrar en funciones en mayo de 2012 presenció cómo los inversores se disputaban los valores franceses y hacían bajar los costos crediticios a pesar de que su popularidad caía a niveles sin precedentes. Sin embargo, en momentos en que países como España trabajan para poner la casa en orden, Francia se rezaga y los bonos franceses pierden su atractivo.
"Francia se está quedando atrás en el proceso de recuperar competitividad", dijo Gareth Colesmith, un administrador de cartera en Londres de Insight Investment Management Ltd.
"No ha sido tan poco competitiva como España, pero al mismo tiempo la situación política hace que resulte muy difícil instrumentar reformas de manera activa y preventiva", acotó.
Algo que no ha ayudado es el hecho de que el anuncio de Hollande de medidas favorables a las empresas en un conferencia de prensa realizada el martes se viera eclipsado por preguntas sobre la información de una revista de que el mandatario mantiene un romance con la actriz Julie Gayet.
Rezago
Hollande, que se negó a hacer declaraciones sobre su vida privada, dijo que eliminará unos 30.000 millones de euros (US$41.000 millones) de las cargas sociales de las empresas para 2017 a los efectos de alentar la inversión y la contratación mientras intenta frenar un desempleo que ya es el más elevado en 16 años.
"Ha llegado el momento de resolver el principal problema de Francia: su producción", dijo.
"Debemos producir más y mejor. Tenemos que actuar en el plano de la oferta. La oferta genera demanda. Debemos seguir reduciendo el costo laboral", sentenció.
Francia se ubicó en el puesto 14 entre los países europeos en lo que respecta al "avance del ajuste" económico el año pasado, según un informe del economista jefe de Bank Berenberg, Holger Schmieding, para el Consejo de Lisboa.
Grecia, Irlanda y España –países muy afectados por la crisis y que han recibido rescates europeos- ocuparon los tres primeros lugares, mientras que Italia quedó en noveno puesto. España, el vecino del sur de Francia, ha recibido elogios de economistas por generar el año pasado exportaciones récord mediante la reducción de los costos laborales.
Los esfuerzos han tenido su recompensa en el mercado de bonos.
El 9 de enero, cuando Francia vendió 9.830 millones de euros en bonos, el ratio de cobertura fue de 1,54, el más débil desde marzo de 2003. El mismo día, España vendió deuda a cinco años con un bajo rendimiento récord.
Italia, que a diferencia de Francia, tiene superávit comercial y presupuestario al excluirse el costo del servicio de la deuda, vendió esta semana pagarés a tres años con un bajo rendimiento sin precedentes.
"Francia se separa del resto de Europa", dijo ayer Jean-Michel Six, economista jefe para Europa de Standard Poor's.
"Francia es la única gran economía de Europa cuyo déficit comercial con Alemania ha aumentado. Italia y España lo han reducido. Es un indicio de los problemas de competitividad de Francia", estimó.
Los bonos franceses reflejan esa preocupación.
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