El hombre de confianza de los Matte que liderará Colbún
Una nueva tarea se sumó a la hoja de ruta de Juan Eduardo Correa. Desde el pasado miércoles no solo administra el negocio financiero de los Matte, sino que también preside el directorio de Colbún. Una prueba de que se consolidó como parte del staff de ejecutivos de confianza del grupo. Tras la renuncia de Bernardo Larraín Matte a la presidencia de la compañía, será el ingeniero civil de la UC quien deberá potenciar la internacionalización de la eléctrica y tomar una decisión sobre HidroAysén.
No es primera vez que Juan Eduardo Correa (45 años, casado, cuatro hijos) es elegido para suceder en un cargo relevante a un miembro de la familia Matte. Hoy, su nuevo desafío es la presidencia de Colbún en reemplazo de Bernardo Larraín Matte, quien decidió no repostularse para dedicar todas sus energías a la campaña con la que busca liderar la Sofofa.
Su debut como "ejecutivo de confianza" fue en 2009, tras cuatro años en el grupo, cuando lo designaron gerente general de Bicecorp, tras la renuncia de Andrés Echeverría, casado con la hija de Patricia Matte, María Magdalena. En 2014 volvió a ser la carta segura, cuando le ofrecieron reemplazar a Bernardo Matte tanto en el directorio de Colbún, como en la mesa de la Bolsa de Comercio de Santiago.
En este período, lleva 10 años trabajando en el grupo, ya tiene entre sus victorias el haberse ganado la confianza de los Matte, algo que, para quienes lo conocen, da cuenta de sus capacidades y de que la exitosa carrera que partió hace años es hoy una realidad.
* La promesa inminente
En el colegio Tabancura, Juane -como le dicen sus cercanos- no sólo forjó su amistad con Nicolás Errázuriz, gerente general de Iconstruye; Juan José Eyzaguirre, abogado de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, y Javier Andrés Herrera, que trabaja en LarrainVial Corredora de Bolsa. Ahí también destacó por ser uno de los mejores alumnos de su generación. Todo un mérito, considerando que fue esa promoción la que lideró los resultados de la Prueba de Aptitud Académica a nivel nacional ese año.
El ejecutivo obtuvo, en ese entonces, el máximo puntaje en la evaluación específica de matemáticas, ingresando como el segundo mejor puntaje a Ingeniería Civil en la Universidad Católica.
En sus dos primeros años universitarios, este hincha cruzado no solo se dedicó a estudiar. Junto a otras personas realizó el curso de oficiales de reserva de la Armada. Del grupo solo tres continúan regularmente embarcándose. Correa no es uno de ellos, porque, según comentan en su círculo, el ritmo de su agenda hace varias décadas que no se lo permite. No obstante, confidencian que esta experiencia reforzó su sentido de la disciplina.
Al egresar se graduó con honores, siendo reconocido como el mejor alumno de la generación de 1996.
* Una carrera dinámica
Correa debutó en el sector eléctrico como ingeniero de estudios de la gerencia de desarrollo de Enersis, que lideraba Arsenio Molina, en la era Yuraszeck. Ahí debía evaluar los proyectos de la compañía, lo que le permitió conocer los fundamentos de la industria.
La grúa del mercado no tardó en actuar y los ojos de Egon Zehnder, uno de los head hunters más reputados del mercado, se posaron en Correa. Eso generó que aterrizara, junto a Jorge Tagle, como el talento joven del dream team de Quiñenco, la matriz de los Luksic. Asumió como gerente de estrategia, cargo para el que lo reclutó el entonces director de planificación estratégica, Luis Hernán Paúl. Quienes trabajaron con él no olvidan su extraordinaria capacidad y su sencillez.
Junto a su íntimo amigo Nicolás Errázuriz y su compañero de universidad Germán Bartel le presentaron en 2001 a la Cámara Chilena de la Construcción el proyecto Iconstruye, un portal de negocios de constructoras y proveedores de la industria, para que lo financiara. El gremio reconoció la oportunidad, pero les pidió dedicación exclusiva. Pese a la proyección que tenía en la matriz de los Luksic, Correa renunció para asumir la gerencia general, seducido por la oportunidad que brindaban las empresas tecnológicas. No se equivocó, hoy Iconstruye acumula el 30% de las transacciones del sector y tiene entre sus negocios a Toc Toc.
En el mercado reconocen que Correa siempre busca hacer las cosas "como corresponde". Tanto así que, dicen sus cercanos, se toma muy en serio sus hobbies, como la pesca con mosca y el golf. "Es mateo - mateo", dice alguien que lo conoce bien.
En el caso de la pesca, él prepara sus moscas (carnadas de metal). Se arranca a Coyhaique con un grupo de amigos y a Panguipulli, cerca del río Enco. También aprovecha los lugares cerca de su casa en Calafquén, donde cada febrero coincide con Errázuriz, Eyzaguirre y Herrera.
Tras el despegue de su emprendimiento, nuevamente su versatilidad llamó la atención. Andrés Echeverría, que ejercía como máximo ejecutivo de Bicecorp, buscaba un gerente de inversiones inmobiliarias y Correa calzaba perfecto con el perfil, un match ideal que selló su arribo al grupo.
La historia hasta hoy es más conocida. Algunos años después Correa reemplazó a Echeverría en la gerencia general -cargo que ocupa hasta hoy-, y tras una estrecha relación laboral con Bernardo Matte por su rol en Bicecorp, es uno de los ejecutivos de confianza de la familia. Y no ha dejado Iconstruye, donde participa cada mes como director, monitoreando alternativas para seguir creciendo y expandirse a otros países de la región.
* Su vuelta al sector energético
El ejecutivo regresó de lleno a la industria eléctrica en mayo de 2014, al ocupar el sillón que dejó Bernardo Matte en Colbún. Este directorio, además, le permitió generar cercanía con Bernardo Larraín, Jorge Matte y Francisco Matte.
El año pasado, ingresó al comité de directores y de auditoría. Además, se informó en la memoria que el ingeniero civil industrial de la UC preside siete filiales de la generadora, entre las que destacan Termoeléctrica Nehuenco, Colbún Transmisión, Inversiones Sud e Inversiones Andinas.
Su debut como nuevo presidente ha sido intenso. Este viernes, a sólo dos días de haber asumido, Correa -junto al gerente general de la compañía, Thomas Keller-, lideró la celebración de los 31 años de Colbún, donde debió hablar ante toda la compañía.
Todo parece indicar que Correa fue preparado para este desafío. Conoce la realidad de la mayoría de las filiales de la compañía y, tras haber dejado el directorio de la Bolsa de Comercio precisamente este año, tiene más tiempo. Pero los desafíos no son menores. Deberá concretar la internacionalización de la compañía y, además, poner fin a la incertidumbre en torno al futuro de HidroAysén.
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