Horvath: "Alvarez no tiene ni arte ni parte con las querellas, con la desmovilización y con el retiro de las FF.EE."
El parlamentario por Aysén afirmó que el secretario de Estado ya había cumplido su rol en Aysén, y que la etapa final de las negociaciones eran políticas y por eso se resolvieron con los ministros Larroulet, Chadwick y Hinzpeter.
El senador Antonio Horvath (RN) aseguró que la imagen del ex ministro de Energía, Rodrigo Alvarez, no se vio menoscabada, por no haber sido integrado en las últimas instancias de diálogo entre el gobierno y los dirigentes de la movilización por Aysén.
En ese sentido, el parlamentario dijo a radio Agricultura que, ante la ausencia de Alvarez en las citas, "nadie preguntó, porque es una negociación política y estábamos con los ministros políticos. No hay que quedarse con el simple mensaje de por qué el ministro no estaba en esa instancia, porque Rodrigo Álvarez con las querellas, con la desmovilización, con el retiro de las fuerzas especiales no tiene arte ni parte, y eso hay que decirlo".
Según detalló Horvath, Álvarez "no estaba en la banca, (ya que) no había ningún otro ministro cerca salvo Andrés Chadwick y más cerca por jerarquía Rodrigo Hinzpeter", en la reunión sostenida el sábado.
Asimismo, Horvath argumentó que, a pesar de la exlucisón de Alvarez de las últimas conversaciones, el secretario de Estado había presentado sus propuestas y cumplido, finalmente, con el rol por el cual fue mandatado por el gobierno.
"¿Por qué alguien dice que me voy a entrevistar con el ministro Álvarez, si el ministro Alvarez ya planteó sus cuatro temas y están logrados?. En ese sentido no veo un menoscabo, el menoscabo el ministro Álvarez lo sufrió acá en la región de Aysén", aseveró.
No obstante, el senador por la undécima región afirmó que "no corresponde que renuncie, por todo el trabajo que ha hecho", a la par que remarcó que se extrañará su aporte en sesiones del Legislativo.
"Para nosotros es una persona que nos va a hacer falta, el porqué finalmente se le acepta la renuncia es una facultad del Presidente de la República y ahí tiene que haber algo más. En la región no pudo actuar en un momento determinado, por el grado de polarización que se le presentó, que en el caso de Puerto Aysén partió como un colegio bien ordenado pero sobre la marcha en la medida que se le iba pidiendo que hiciera exigencias muy adicionales para sostener esa reunión, se le fue imposibilitando", finalizó.
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